La Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León va a instalar un pabellón de vigilancia en el Castro de Arrabalde, en la cresta de la Sierra de Carpurias.

El servicio de Cultura tramita el expediente en el Ayuntamiento de Arrabalde para instalar en el altozano, donde se encuentra el yacimiento arqueológico del Castro "Las Labradas", de una caseta que sirva de estancia para el vigilante del enclave de la época astur.

Las instalaciones afectan a una estructura de madera anclada sobre el terreno con zoquetes también de madera. Todo ello con un maderamen armonizando con el entorno. La nueva caseta se ubicará posiblemente junto a la que hace unos años instaló Medio Ambiente para la vigilancia forestal y a la que en esta pasada Semana Santa unos vándalos rompieron los cristales del recinto que resguarda al agente medioambiental de las inclemencias meteorológicas. La zona elegida se halla en la delimitación de la muralla interior del yacimiento, en la zona de "Peña Canto", uno de los altozanos rocosos más elevados de la Sierra junto "Peña la Pipa". Se trata de un área que domina los confines del territorio leonés y del zamorano y a cuyos pies se halla un bucólico paisaje de valle en plena cresta de Carpurias donde la verde tierra se extiende hasta el pozo de "Negruría".

La necesidad de contar en el lugar con un recinto adecuado para el personal de vigilancia ha venido siendo objeto de reclamación desde hace años. El personal encargado por el Servicio de Cultura para las tareas de vigilancia del enclave cuenta actualmente con una caseta de obra sin energía eléctrica, agua o unas mínimas condiciones higiénico sanitarias. Un recinto que soporta temperaturas que van desde los 7 u 8 grados bajo cero a más de 40 grados.

Las nuevas instalaciones proyectadas vendrán a paliar esas carencias aprovechando el agua de lluvia para un aljibe y con un mínimo servicio de calefacción a base de una estufa de pelets. Además de asentarse en lo alto de la cumbre para optimizar la finalidad como pabellón de vigilancia, en lugar de la actual que se encuentra a medio camino del yacimiento.

El Castro Astur de Arrabalde, en la Sierra de Carpurias, es un yacimiento arqueológico donde aparecieron numerosas piezas de joyería de plata y oro junto a monedas indígenas y romanas que formaban parte de los tesoros ocultados por sus habitantes durante las guerras de los romanos contra cántabros y astures. Este asentamiento constituía un gran poblado fortificado habitado por el pueblo Astur en el siglo I. a.C. Muy probablemente fuera el último reducto donde la población indígena de la zona se agrupó ante la llegada del ejército romano a los campamentos de Petavonium, a pocos kilómetros a los pies de esta atalaya de la Sierra de Carpurias.