El río Esla terminó de horadar ayer una de las pilastras del viejo puente de piedra de Castrogonzalo y parte del vano se resquebrajó abriendo un enorme boquete en la carretera. El suceso se produjo a primera hora de la tarde, justo cuando una vecina del pueblo pasaba con su vehículo, según informaron fuentes municipales.

El incidente no tuvo más consecuencias que el hundimiento de parte del vano y del firme que sustentaba. Aunque las causas del repise tendrán que determinarse oficialmente, todo parece indicar que la base la pilastra del primer ojo del puente en sentido Castrogonzalo ha perdido la base abriendo una enorme brecha en la piedra. Parte del pretil cayó al agua. En el tramo afectado son apreciables las grietas, al igual que en la otra parte del vano. La impresión es que la parte no afectada podría desplomarse.

La Guardia Civil cortó al tráfico el paso de forma inmediata y el alcalde puso el incidente en conocimiento de la Subdelegación del Gobierno y de la Delegación Territorial de la Junta. Joaquín García Neches explicó que las causas del incidente se desconocen pero recordó que hasta hace unos días el Esla ha bajado con un caudal muy fuerte debido a las lluvias, al deshielo y a los desembalses preventivos en Riaño. Además el arrastre de vegetación había hecho presa en algunos puntos del viejo puente. "Hace una semana mucha gente del pueblo bajó hasta aquí para ver la crecida que traía el río pero en ese momento no había ningún indicio de que pudiera pasar esto", explicó.