La Procesión del Encuentro reunió a decenas de personas para el rezo del Vía Crucis en las calles más céntricas de Benavente. Fieles al Nazareno o a la Dolorosa, madrugaron el viernes Santo para escuchar el Sermón del Encuentro en la iglesia de Santa María, de donde salieron las dos imágenes de la Cofradía de Jesús Nazareno.

El Cristo fue por la calle La Rúa y la Virgen por Los Herreros, para finalmente encontrarse en la Plaza Mayor en un acto donde el silencio reinó en las venias de la madre a su hijo. Con intensa devoción, hermanos y hermanas siguieron a las figuras de vuelta al templo, atendiendo a los rezos del párroco Don Leovigildo Martín. Precisamente cuando la procesión iniciaba su recorrido de vuelta, el cielo amenazó con algunas gotas. No sería la primera vez que las imágenes tienen que recogerse a toda prisa o que el Vía Crucis continúa tras cubrir los pasos con plásticos para evitar su deterioro. Sin embargo, en esta ocasión, la amenaza quedó sólo en eso, un amago de lluvia que no llegó a producirse en las tres horas de recorrido que los nazarenos realizaron con parada en catorce estaciones.

Para finalizar, se rezó la Salve a la Virgen.