Ver la comarca de Los Valles de Benavente desde arriba sólo es posible si se contrata un viaje en avioneta, helicóptero o globo. Por un precio más económico, un grupo de niños de Benavente pudieron vivir esta experiencia a través de la reproducción de la zona con una maqueta que ellos mismos elaboraron.

La actividad se llamó "Entre ríos", por el importante recurso natural que vertebra la comarca, y fue desarrollada por dos jóvenes arquitectos: Tomás y Carmen Francés Tardajos.

El objetivo de AJO Arquitectos es colaborar en el conocimiento de la zona donde viven estos niños de entre cinco y doce años, así como generar una visión crítica del espacio, buscando cómo se puede mejorar la vida en él.

El uso de materiales cotidianos como las cajas de cartón, las cartulinas, las lanas de colores, el papel de burbujas o las esponjas que se usan en la ducha fueron algunos de los elementos utilizados para crear ríos, carreteras, arboledas y pueblos.

Se comenzó con una explicación teórica a modo de juego: "¿sabrías localizar las zonas de baño, principales ríos y autovías y pueblos en el mapa?". Un sencillo esquema debía ser completado para situarse mentalmente y para saber ubicar después a escala cada uno de los elementos que los participantes crearían con sus propias manos.

De este modo, se distribuyeron las tareas de responsabilidad y cada niño se ocupó de un área. "Es asombroso la facilidad con la que se meten en el papel y lo llevan a cabo con eficacia", explicó Carmen Francés, recalcando el complemento de la actividad: el trabajo en equipo para que "todos ayuden a todos" y, a la vez, "supervisen si su tarea se ha llevado a cabo correctamente".

Es por eso que, cuando las madres llegaban, los niños no dejaban de recortar las arboledas que representaron con cartulinas verdes, ni de pintar con rotulador negro la recién estrenada autovía a Zamora, ni de poner banderillas que señalizaran las zonas de baño en las que disfrutan en verano junto a sus familiares y amigos.

"La maqueta, que midió 1,20 metros por 1,20 metros, les ayuda a tener visión espacial, a que todos esos nombres de pueblos, ríos y carreteras que oyen con frecuencia sean situados en el mapa para entender mejor dónde viven", apuntó Tomás Francés, quien apela a la creatividad como motor de los talleres que realiza junto a su hermana y que ofrece "a cualquier otro colectivo que esté interesado en enseñar la organización territorial, como ya hemos hecho tanto con adultos como con niños".

Este taller fue el primero y, a la vez, el último. Pionero en la temática, pues la arquitectura y el urbanismo se abordaban por primera vez en una actividad en Benavente, sirvió también de despedida para el lugar donde se desarrolló: La Olla Gráfica, que cerrará la próxima semana su original proyecto a pie de calle.

Entre las confusiones más curiosas que se dijeron están que el Ebro (en vez del Eria) pasa por Benavente o que Mozar es un río en lugar de un municipio.

Lo que estaba claro es el área del que se encargaba cada participante, fomentando así su autonomía, sin dejar de lado el trabajo en equipo.

El buen ambiente hizo de hilo conductor para llevar a escala la distribución de Los Valles, un planteamiento que los propios chicos desarrollaron con dudas al principio, cuando vieron la base vacía, y con firmeza al final, al comprender lo que ellos mismos habían construido, sobrevolando con sus ojos la comarca.