Están en la plenitud de la edad dorada y quieren cultivar cuerpo y mente, especialmente esto último.

Las actividades para mayores que se imparten en el Centro Cívico El Ferial cuentan cada vez con más usuarios. Este año destaca el aumento de la demanda de los talleres de memoria, alcanzando los cuarenta y cuatro participantes. Cuando este grupo empezó, apenas alcanzaba la veintena en el aula y ahora hay que poner una mesa extra para todos los que vienen.

Pedro, animador sociocultural encargado de todas estas actividades, da cuenta de que la clave del éxito es "el boca a boca", es decir, que los usuarios que están contentos se lo cuenten a otros y éstos se animen a venir.

Recuerda el monitor que "las neuronas que mueren ya no se recuperan" y por eso utiliza fichas individuales con series a seguir, colores, figuras o laberintos para ejercitar las cabezas que ya peinan canas.

Las correcciones se hacen en voz alta, entre todos, "así se les quita la vergüenza de hacerlo mal", explica el animador, que también emplea técnicas de grupo como relacionar los nombres de los compañeros con la inicial de un animal, para así recordar mejor a los que comparten tiempo semanalmente.

Hay actividades para entrenar el cuerpo y también la mente, todas ellas adaptadas a la avanzada edad de los participantes.

Se mejora también la psicomotricidad, a través de manualidades como la que hacían ayer por la tarde: un servilletero con pinzas de la ropa.

Se les ayuda a iniciarse en las nuevas tecnologías, como son los talleres que tienen que ver con Internet y se fomenta el diálogo en debates con temas de actualidad o a través de la proyección de películas o cortos.

El mayor beneficio, según explica Pedro, es "la participación", fomentar su autonomía obligándoles a salir de casa aunque haga frío, llueva o la niebla esté bajando, como ocurre estos días.

Hay gente que vive sola, otras personas lo hacen con su pareja, pero al fin y al cabo todas acuden al Centro Cívico para mejorar sus habilidades sociales y pasar un buen rato.

Problemas a solventar

Las usuarias que ayer acudieron al programa "Participar es vivir" destacaron la paciencia del monitor y el buen ambiente de las clases.

Sin embargo, instaban al Ayuntamiento a solucionar problemas como que el aula no esté abierta porque las llaves no aparecen, algo que en lo que llevamos de curso ha ocurrido en varias ocasiones.

Se encuentran los participantes satisfechos con el material, que pronto les permitirá estrenar un bingo para la tarde de sus viernes, un juego que combinan con las cartas para empezar con alegría el fin de semana, pero piden que no les cambien de aula cuando se incluyen otras actividades produciendo incomodidades en espacios más pequeños, como ocurre cuando practican yoga.