Después de exponer en Sevilla, Granada, Jaén, Málaga y Jerez de la Frontera (Cádiz), Laura Martínez Pintado logró hacerse un hueco en la ciudad donde se crió: Benavente.

La última oportunidad para ver su obra "Grito" en la Casa de Cultura La Encomienda es hoy por la mañana, aunque la ciudad espera volver a tener pronto a la artista con su próxima creación.

-¿Qué requisitos necesitaba esta muestra para el cambio de ubicación y fechas?

-La mayoría de mi obra es en papel o en tela sin bastidor. Muy informal. En la biblioteca no se podían utilizar las paredes, me ofrecieron utilizar caballetes, pero no es lo mismo. Finalmente, gracias a Celia (técnico de Cultura) esto ha salido adelante y estoy contenta con el cambio porque La Encomienda, al ser una sala con paredes blancas, se aprecia mejor lo que yo hago.

-¿En qué consiste la exposición "Grito", con la que te estrenas en Benavente?

-La obra trata mucho del dolor y del fracaso del lenguaje. Todo se representa con una iconografía árabe, como es el uso del velo.

-¿Y el uso del blanco y negro?

-Aparte de porque me encanta, lo utilizo como una parte dual: todos tenemos dos máscaras sociales porque tú eres una cosa y lo que los demás ves es otra.

-¿Qué técnica utiliza?

-Normalmente uso pintura acrílica. En el papel me gusta mancharlo primero con tinta china, pero luego siempre intento echarle pintura acrílica. También uso la técnica del palimpsesto, que consiste en pintar una cosa y luego pintar otra encima, así es como quedan las veladuras de los ojos. Ese juego de miradas me gusta mucho.

-¿Hacia dónde orienta su futuro profesional?

-Estoy haciendo el doctorado en Granada porque me gustaría dar clase. Reconozco que nunca me motivó ser profesora, pero no la típica que da pintura en la Universidad. Me gustaría darle otro giro y compaginarlo con la actividad artística, porque a mí lo que me gusta de verdad es hacer esto.

-¿Sobre qué quiere investigar los próximos cuatro años?

-Hice la tesina sobre el fracaso del lenguaje, la incomunicación como base para la creación artística y espero que la tesis doctoral siga en esa línea, centrándome en la incomunicación del individuo desde un punto de vista emocional. Es un tema bastante complejo.

-Complejo, pero novedoso.

-Sí, va a contracorriente de las investigaciones sobre nuevas tecnologías y redes sociales que hablan de la comunicación, pero el tema que he elegido es lo que va con mi personalidad. Bueno, en realidad creo que está en todos, lo que pasa que no todo el mundo es consciente de ello. Las relaciones personales que hay en nuestra sociedad no es entre personas, sino entre personajes, según un ensayo de Carlos Castilla del Pino.

-¿Y la relación con la iconografía árabe?

-He visto que sí se hacen estudios sobre la incomunicación, pero no relacionados con la iconografía árabe. Me han llegado a preguntar que si soy árabe, pero simplemente es algo que siempre llamó mi atención. Es un medio que yo utilizo para expresarme.

-Quizás con un ejemplo se entienda mejor.

-El velo representa esa parte oculta. Es como esa máscara que se utiliza para poner entre el interior y el exterior, estás ocultando algo y a todos nos llama la atención lo oculto, el misterio de lo que hay detrás. Por eso la mirada tras el velo y los collares me trastornan (ríe).

-¿Cuándo empiezas a acercarte a este arte?

-A mi familia siempre le ha gustado, así que siempre he tenido en casa libros de esto. Con unos veinte años hice mi primer viaje a Marruecos y me encantó. Estudiar luego en Granada también ha sido un buen escenario o trabajar en verano en Ceuta y cruzar la frontera en cuanto podía. Siempre he intentado tener contacto con esta cultura.

-¿Tienes pensado volver?

-Hay una beca para ir a un campo de refugiados en el Sáhara, algo que me interesa mucho, porque ahora estoy muy centrada en la iconografía tuareg. Otra opción es ir a vivir allí unos meses para poder realizar un estudio de campo allí.

-¿Cómo ve el futuro del sector?

-La cosa aquí está complicada. El arte no se valora como debería porque la situación tampoco lo permite. A veces te cuesta dinero a ti si quieres hacer una exposición.

-Entonces, ¿el mayor problema que tiene el arte es la financiación?

-Becas hay muchas, pero claro, no hay para todos y a la hora de hacer una exposición, he estado en sitios donde me han tratado muy bien y otros donde asumen que no hay dinero. Al final cobra el de la luz, el de la limpieza, cobra todo el mundo, y tú tienes que poner el dinero que es gracias a quien se puede hacer la exposición. No tiene sentido.