Casi una veintena de pendones y pendonetas de localidades leonesas desfiló con los patronos del Valle de Vidriales en el santuario de la Virgen del Campo de Rosinos. Las enseñas leonesas junto a la anfitriona, la del templo mariano de Rosinos de Vidriales, partieron desde la iglesia de Carracedo en dirección al santuario de Rosinos de Vidriales. Una comitiva multicolor abierta por los pendones arropando al patrón san Lucas del Espíritu Santo.

Centenares de romeros desfilaron junto a la imagen del patrón que se guarda en la iglesia de Carracedo, su pueblo natal, atravesando la localidad de San Pedro de la Viña donde hicieron un alto en el camino y para continuar por la carretera hasta llegar al santuario.

La cabeza de la marcha era saludada por el tañido de las campanas anunciando que la Señora de Vidriales se encontraba ya en la calle para recibir a la comitiva. Las campanas doblaron incesantemente mientras la Virgen del Campo procesionaba junto a san Lucas por la explanada del templo mariano. Numerosos romeros se turnaron para portar las andas de los copatronos durante el desfile, al igual que los portadores de los pendones, ayudados por los romeros, mostraron sus habilidades cuando el viento batía las enseñas. Los cánticos en honor a la Señora se mezclaban con los sonidos de las variadas agrupaciones musicales. La solemne misa en el templo abarrotado de fieles venía a realzar la jornada romera culminando un novenario de oficios iniciado el día 21 de agosto. El esfuerzo había valido la pena porque el numeroso público manifestó sus elogios a la organización de la jornada