Los vecinos de Granucillo de Vidriales vienen desde hace una semana brindando veneración al Bendito Cristo de San Adrián, al Crucificado y al santo que se hallan habitualmente en la ermita, y durante estos días, hasta este sábado a la tarde con su traslado, han venido recibiendo devoción en la iglesia, en el pueblo. Con ocasión de su presencia entre los vecinos, sus habitantes organizan actos festivos que tienen su punto más álgido en el regreso al pequeño templo a las afueras de esta localidad atravesada por el arroyo Almucera. Un cauce que permite discurrir sus aguas por todo el valle de Vidriales y separa la ermita de san Adrián y un desaparecido poblado con el actual Granucillo. En este pueblo que rezuma historia por los cuatro costados. Baste como ejemplos los restos de la época megalítica, los dólmenes, un castillo medieval, el rollo, la ermita del siglo XIII, la iglesia del siglo XVI y la propia denominación de Granucillo, del vocablo latino "granum cella, cilla", debido al almacén de grano para el suministro de víveres a las milicias romanas. Todo rezuma arte e historia como los 800 años de la ermita.

Son ocho siglos de historia, 800 años a los que se remonta la antigua ermita del santo que más honda devoción recoge en este pueblo. Su primera fase constructiva, como aducen varios historiadores y el estudioso local José Emilio Yanes García, posiblemente se deba a los albores del siglo XIII y correspondería a la caja de muros de la nave hasta la altura que marcan los restos del primitivo alero, formado por varios canecillos lisos que soportan una cornisa con perfil biselado; de la misma época es la portada sur formada por un arco apuntado doblado que descansa sobre una línea de imposta lisa, y el pórtico que la protegía, del que solo quedan algunos canes que soportaron la cubierta.

Acondicionamiento

Las sucesivas transformaciones constructivas se remontan al gótico del siglo XIV cuando se le añadía la actual cabecera y posteriormente al siglo XVII con la espadaña. Probablemente y coincidiendo con esta intervención de obra se procedería a tapiar la puerta sur quedando solo como entrada la del lado oeste, bajo la espadaña; durante muchos años hubo un cementerio adosado a la cara sur que con el paso del tiempo dejó de utilizarse.

A finales del siglo pasado se acondicionó el exterior, eliminando los restos del viejo camposanto y se volvía a abrir la entrada sur, mientras que en la cara norte, realizando obras de rebaje del terreno salieron a la luz cinco enterramientos con demarcación trapezoidal a base de lajas de piedra laterales. Como testigo de ello, y en las inmediaciones más norteñas, se halla el dólmen que recibe el nombre del santo Adrián.

La ermita de Granucillo tiene en su interior los restos de un miliario anepigráfico romano (columna-pila de agua bendita) e incrustado en la fachada sur hay restos de otro; ambos procederían de la cercana calzada de "La Vereda", según refiere en "el Pensadero", Emilio Yanes. El asentamiento romano pudo prolongarse en el tiempo dando lugar a un poblado con su ermita.

Llegada de la imagen

Siglos más recientes contamos con un relato sobre el lugar, fechado el 29 de abril de 1776, por don Joseph Parra, capellán de la iglesia de Comonte, a Don Tomás López, geógrafo real, en respuesta al interrogatorio para la elaboración del Diccionario Histórico-Geográfico (1765-1798). "Un quarto de legua ad Qunquilla, a la idquierda, está una iglesia que se dize fue la matrid de la villa de Granuzillo de Vidriales en donde se venera una ymajen de Jesuchristo antiquísima, a quien acuden todos los pueblos de la contorna a pedir socorro en sus necesidades y en especial las de aguas, que siempre a socorrido. Intitúlase este Santísimo Christo de San Adrian y lo mismo su templo (que es bastante grande y dezente aunque pobre) por venerarse también en él una antiquísima imagen de San Adrián mártir y en él está también una especial imagen de Nuestra Señora de la Soledad, a quien como medianera también con gran fee acuden dichos pueblos convezinos en sus afliziones, la qual mucho tiempo el párroquo y moradores de la villa de Granuzilllo la tienen en la parroquia que está dentro de dicha villa para que no carezca tanto de culto, y para su consuelo y devoción".

El culto en Granucillo pudiera coincidir con la llegada de la imagen, en el siglo XII, cuando los monjes cistercienses de Moreruela o de San Esteban de Nogales, que tenían posesiones, dominios e iglesias por toda la zona o con sus grandes benefactores: los parientes posteriores del conde Ponce de Cabrera.

El Cristo de San Adrián es venerado entre los vecinos de Granucillo, aunque ya no celebran la romería tradicional: aún se pueden ver exvotos en cera al lado del altar.

Hasta hace unos años se celebraba el día 14 de junio, aunque debido a la conveniencia de que asistieran muchos vecinos que residen fuera de la localidad vidrialesa se optó por su celebración en el segundo domingo de junio. Previamente se celebra una novena con el traslado de las dos imágenes a la iglesia parroquial y posteriormente el día de la fiesta son devueltas en procesión, a hombros, hasta la ermita.