La obra: "toro, toro, toro", del autor Jesús Javier Aguilar Gallego ha sido elegida para anunciar las próximas fiestas del Toro Enmaromado de Benavente que se celebrarán del 1 al 6 de junio. El premiado, seleccionado por el jurado entre tres finalistas en una concurrencia de 22 obras, recibe una gratificación de 1.000 euros. La decisión del jurado se hizo ayer pública en el transcurso de la gala festiva de la coronación de las representantes de la juventud de las Fiestas del 2015, celebrada en el Gran Teatro.

La exposición de carteles de las fiestas del Toro Enmaromado se podrá visitar en los salones del Centro Cultural "Soledad González" entre los días 15 al 30 de abril.

Por otro lado, la jornada festiva previa al Día Grande comenzaba con toda tranquilidad, sólo rota en algunas calles por algún que otro grupo de rezagados con deseos de prolongar la velada nocturna. Los rayos de sol ya calentaban y las calles céntricas dejaban entrever las labores realizadas por los servicios de limpieza. Las calles limpias y poco a poco recibiendo a los vecinos para participar en los actividades programadas durante la jornada. En el Gran Teatro, antes del mediodía, se formaba una cola para adquirir una entrada a la gala. Los operarios municipales daban los últimos toques para el evento de los autos locos y ya se comenzaban a oír los primeros sonidos musicales de las charangas participantes en el IV Encuentro Nacional. Su recorrido por las calles y bares colaboradores pillaba todavía a alguno rezagado con las faenas de limpieza y es que la noche de la verbena había sido todo un éxito, según comentaron a este diario algunos hosteleros de la zona céntrica. La verbena con el grupo musical Fórmula, al parecer había dado un buen juego a todos.

Los más agradecidos, los pequeños. Porque poco después del mediodía, la plaza de Madera se había convertido en escenario de atracciones, de hinchables para más señas. Al otro extremo de la plaza, el vacío dejado por el gran escenario instalado para la verbena anterior era evidente. Y ello a la espera de instalarse otro distinto para la noche, para la orquesta espectáculo "París de Noia".

Mientras tanto, los compases musicales de las charangas se iban mezclando en las calles y las escuelas taurinas, al otro extremo, junto al toril viejo, realizaban sus hábiles faenas.

Un artista de mimo, emulando a un minero, se erigía en estatua frente a uno de los emblemáticos edificios de la ciudad, frente a la iglesia de Santa María. Su buen hacer dejaba boquiabiertos a no pocos transeúntes logrando atraer sus miradas. Ya la gente salía de la misa del domingo, de la iglesia donde se venera la patrona que hoy procesionará por las calles y la música de las charangas se hacía cada vez más cercana. El bullicio se concentraba entre la plaza la Madera y las inmediaciones del toril, de la calle las Eras para ver la muestra de originales autos locos.