M. A. Casquero

La vuelta de los hijos del pueblo coincidiendo con la festividad del patrón supone un auténtico acontecimiento para Villaveza del Agua y así lo resaltó el concelebrante en su homilía de la fiesta de San Salvador o Transfiguración del Señor. Una misa solemne oficiada al mediodía de ayer logró llenar el templo parroquial en la jornada que forma parte de un programa de actividades que se prolonga hasta el sábado.

El joven párroco de Villaveza del Agua, Santiago Martín Cañizares, revistió de solemnidad la celebración, tanto la eucarística como la procesión con la Custodia. Los cánticos del coro parroquial en la comitiva se sucedieron ante el silencio de los participantes en la procesión. "Porque es un acto de adoración", advertía Martín Cañizares momentos antes del desfile.

Carrera de cintas

Enfilando las calles de Villaveza del Agua en un sinuoso itinerario, los vecinos regresaron al templo parroquial donde desde su pórtico el párroco impartía la bendición con el ostensorio bajo palio. Desde la iglesia, los vecinos se encaminaron hasta el pabellón deportivo donde el Ayuntamiento había instalado mesa y mantel para todos los asistentes ofreciendo un vino español con unos aperitivos. La tarde festiva era para los pequeños con los juegos y atracciones y los mayores disfrutaron con un campeonato de tute mientras las peñas calentaban motores para la verbena de la noche a cargo de la orquesta Coliseum. Las sesiones de baile de esta jornada del jueves cuentan con una gran orquesta como es la "Mundial Show". Para las noches del viernes y el sábado las veladas de las verbenas corren a cargo de discotecas móviles. Mañana viernes se organiza una carrera de cintas a caballo donde los quintos mostrarán su destreza sobre los lomos de los equinos. Los concursos de disfraces se suceden en la noche, así como los juegos y para cerrar el programa, en la noche del sábado se celebra una fiesta ibicenca.