Ana Belén Domínguez Gutiérrez comenzó este trabajo de investigación en el año 2010 y como ella misma explica los datos obtenidos del análisis realizado entre niños sordos que han recibido un implante coclear (consiste en la colocación de un transductor que transforma las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo) y los que no arrojan diferencias, pero no tantas. Sin embargo, estos primeros resultados de la investigación indican que en los niños implantandos hay una mejora importante. Por este motivo Domínguez considera vital que se siga manteniendo el respaldo público tanto para los implantes como para la educación posterior. "Se deberían mantener las ayudas para los implantes y las ayudas educativas posteriores, que son tan importantes como las primeras" y una consecuencia de aquellas, según explica. De hecho los resultados obtenidos hasta el momento no solo alientan la opinión de la investigadora benaventana sino su convicción de que la tecnología seguirá avanzando y permitirá seguir generando mejoras entre las personas que sufren dificultades auditivas en distintos grados.