Como todos los años, la llegada del estío ha traído consigo el comienzo de los cursos de natación en las piscinas municipales, otro clásico de la programación de Verano Activo que cada año permite que cerca de un centenar de niños y adultos pierdan el miedo al agua e inicien sus primeros pinitos natacionales.

Una treintena de pequeños participa en el curso de la primera quincena que tiene un precio de 18 euros para los niños y menores de 15 años, y de 20 euros para los nadadores considerados adultos, los menos en este tipo de formación natacional.

Guiados por varios monitores los pequeños aprenden primero a contactar con el agua con seguridad, perdiendo el miedo y haciéndose al hábitat acuático ayudados de elementos de flotación y sujeción para ir ganando seguridad y comenzar a realizar las primeras maniobras naturales de flotación.

El curso está pensado desde hace años para un único nivel formativo que comparten niños de tres a siete años y un segundo grupo denominado infantil de siete a 14 años. Estas dos categorías constituyen el grupo mayoritario de demandantes del curso que se completa con mayores de 15 años, considerados adultos.

Los cursos de natación se imparten en la piscina cubierta entre las 10.30 y las 11.15 horas de la mañana Todos ellos realizan las mismas prácticas en el agua con el apoyo formativo y las recomendaciones de los monitores, aunque los más pequeños aprenden a mantenerse en el agua incluso con juegos. Los churros y las ligeras tablas de natación son básicas para afianzar la seguridad de los más pequeños y para facilitar su aprendizaje. Las burbujas de seguridad, las colchonetas, las boyas y figuras flotadoras ayudan a que los aspirantes se atrevan, además de a flotar y a desplazarse con seguridad, a sumergirse y bucear.

Los cursos de natación tienen la misma base para los adultos, que dependiendo de sus avances pueden llegar en 15 días a probar suerte con alguno de los estilos natacionales. Este curso básico se reproduce durante todas las quincenas del verano.