El director general de Calidad y Sostenibilidad Ambiental, José Manuel Jiménez Blázquez, estuvo ayer por la mañana en Benavente para conocer «in situ» el estado en el que los cuestos de La Mota habían quedado tras el derrumbamiento producido en la madrugada del sábado. Jiménez Blázquez aseguró que el plan de trabajo se resume en tres pasos: «Encontraremos las causas, pondremos las soluciones y volveremos a montar la estructura». Confirma así el director general de Calidad y Sostenibilidad Ambiental del gobierno regional que la pasarela se instalará de nuevo, una vez se garantice la seguridad de la zona y se recojan los escombros que ahora hay en el área afectada. «Lo que procede ahora es esperar y seguir midiendo para ver cómo evoluciona la ladera» afirmó como medida inmediata y apuntó a la retirada del material, así como a que «una empresa especialista va a determinar las razones que han concurrido, pues no es fácil conocer las razones que han provocado esta situación».

Entre las causas nombró los asuntos que en los últimos días han citado desde la Concejalía de Fomento: las cárcavas o las posibles filtraciones subterráneas no conocidas y alegó que hay «situación de seguridad absoluta dentro de lo que puede ocurrir y a partir de ahí hay que empezar a trabajar y a determinar las causas que han motivado esta situación y que no son fáciles de conseguir».

Apoyó también Jiménez la tarea para «mantener el control y seguimiento de cómo evoluciona la ladera» y se posicionó diciendo que «desde la Junta de Castilla y León estamos del lado del Ayuntamiento de Benavente para intentar entre todos arreglar esta situación, que ni el Ayuntamiento ni la Junta de Castilla y León cuando le ha ayudado a hacer la pasarela preveíamos que podía a ocurrir y nos tendrán que decir por qué ha ocurrido. Entre ambas instituciones buscaremos las mejores soluciones para solventarlo».

El director general de Calidad y Sostenibilidad Medioambiental, en su visita en la mañana de ayer a Benavente, descartó la posibilidad de que la Junta de Castilla y León realizara otro tipo de informes para estudiar la situación del terreno, tal y como se pedía desde el equipo de Gobierno municipal y alegó al respecto: «Nosotros hemos estado en contacto con el Ayuntamiento en todo momento en este tiempo y conocemos perfectamente esos informes y los resultados que daban. Lo que no vamos a hacer es duplicar actuaciones porque sería absurdo, estamos perfectamente coordinados viendo qué pasaba en la ladera igual que ahora vamos a estar perfectamente coordinados determinado las razones que han provocado esta situación y lo haremos conjuntamente, buscando unas respuestas que necesitamos conocer ambos».

Confirmó también el conocimiento de los informes previos a la obra confirmando que la infraestructura «se ha hecho sabiendo perfectamente dónde se estaba trabajando. Por eso la pasarela es de madera, para que tenga un menor peso y no está hormigonada, sino que está clavada, no han entrado máquinas, se ha hecho de forma manual? es decir, que se ha ejecutado la obra sabiendo perfectamente dónde se estaba trabajando. A pesar de todo eso o independientemente de todo eso porque todavía no se sabe, la ladera se ha venido abajo en una zona central, en el resto no hay movimientos, tenemos que saber qué ha pasado», concluyó.

El director general de Calidad y Sostenibilidad Ambiental estuvo acompañado del alcalde de Benavente, Saturnino Mañanes, así como de los concejales de Fomento y Seguridad Ciudadana, Manuel Vega y José Manuel Salvador. Todos ellos inspeccionaron el derrumbe desde diferentes puntos junto a una cuarta persona, que podría ser uno de los directores de obra de la pasarela, ejecutada por Somacyl y financiada por el Ayuntamiento de Benavente en un 30% y por el gobierno regional en el 70% restante.

A pie de calle, los ciudadanos más veteranos plantean posibles causas de estos movimientos en los cuestos apuntando a través de su memoria a los manantiales que naturalmente ha habido siempre en los cuestos de La Mota o a la situación del depósito del agua que hay en los paseos de la parte superior, actualmente también vallados parcialmente. Las respuestas del Ayuntamiento frente a estos dos planteamientos son, en el primer caso, que los manantiales que había estaban controlados y drenados y en la segunda suposición que la empresa Aquagest lleva meses realizando controles extra para localizar fugas de alguna de las tuberías además de instalar caudalímetros. Ambas inspecciones han descartado que el depósito del agua sea la causa de la sobrecarga de agua en los cuestos de La Mota.

Con respecto a la cárcava encontrada en fotografías antiguas, el derrumbe permite ver en la parte central tierras en dos tonalidades, una más marrón y otra de color más rojizo, pudiendo ser esta última la llamada «tierra de relleno» que se hubiera aplicado y que no ofreciera toda la inestabilidad que se esperaba.

En las nuevas obras habrá que reparar además los muros de contención que también se han venido abajo parcialmente y que fueron instalados hace unos años en los cuestos de La Mota con el fin de estabilizar la zona.