Camarzana de Tera procede a regularizar la minidepuradora construida hace 4 años para la evacuación de aguas residuales del polígono industrial «la Devesa». Hace ya 4 años se instalaron las conducciones de evacuación de residuales desde el área industrial hasta el otro extremo de la carretera en la zona del antiguo trazado de la calzada. Una pequeña conducción cruza en paralelo la carretera y bajo el carril de desaceleración de la autovía A-52 hasta la llegada al «prado» o ribera izquierda del arroyo.
La Confederación Hidrográfica del Duero ha venido requiriendo del Consistorio una serie de correcciones en el proyecto para dar la conformidad al expediente.
El Ayuntamiento de Camarzana solicita del organismo de cuenca la autorización para el vertido de las aguas a un cauce tributario del arroyo del Regato previo sistema de decantación. Las aguas residuales del polígono industrial, antes de llegar al cauce receptor, han de ser tratadas en el sistema de depuración a través primeramente del paso por una reja de desbaste de gruesos para pasar a una fosa compacta de decantación en tres etapas hasta la digestión anaerobia y clarificación para un volumen total de 4.715 litros.
No obstante, el proyecto contempla que los rendimientos de depuración se podrán aumentar añadiendo a la salida de la fosa un lecho bacteriano, o una zanja filtrante.
El polígono industrial «La Devesa» de Camarzana comenzó su actividad a finales del año 2009 con la primera firma instalada en el área, la destilería de la sociedad Panizo. A mediados de enero del 2010, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, daba el espaldarazo a esta actividad empresarial con la inauguración de la nueva planta de la destilería y la primera y única hasta ahora que se ha llegado a instalar en el polígono que fuera inaugurado oficialmente por el presidente de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo, dos años antes.
Por otra parte, este Consistorio acaba de suscribir el convenio para la redacción del proyecto de la EDAR prevista en el municipio dentro del II Plan de Calidad de las Aguas de Castilla y León suscrito el 2 de febrero de 2010 entre la Junta y el Ministerio de Medio Ambiente con el fin de cumplir con la normativa comunitaria sobre depuración de aguas residuales.
