«Año nuevo, vida nueva». Y libros nuevos. La biblioteca del colegio Fernando II, que contiene más de 2.500 ejemplares para prestar, es gestionada por los alumnos del centro benaventano desde que éstos volvieron de las vacaciones navideñas. Ayer le tocó el turno a los niños de once años, que semanalmente acuden para ejercer como bibliotecarios. Isabel Alonso, Alejandro Huerga y Jorge Furones saludaban educadamente a aquellos padres que se acercaron para sacar algunos ejemplares. «Les tratamos de usted aunque los conozcamos, porque hay que mostrar respeto», dice Jorge, quien despide a la última de las madres con un enérgico «muchas gracias por venir».

El padre de Marcos también se animó ayer por la mañana a sacar uno de los libros, que en gran parte proceden de donaciones. Al enterarse del curioso origen, el hombre dice en voz alta «¡anda! Pues ya miraré a ver qué tengo por casa».

Los pequeños bibliotecarios explican que no hace falta tener un carné propio, pues basta con el del niño e, incluso, con el nombre y apellidos del alumno. Se pueden sacar hasta tres ejemplares y el plazo del préstamo es de un mes. Isabel asegura estar aprendiendo cosas como el manejo del ordenador o el funcionamiento de las bibliotecas, mientras que Alejandro alega que le ha resultado fácil el procedimiento a desarrollar. La iniciativa ha sido puesta en marcha por el profesor José Casquero, quien también es coordinador de la biblioteca y está formando a su vez a pequeños gestores de la cultura.