El consejo de administración de Interpanel decidió el pasado viernes pedir directamente la liquidación de la sociedad y no seguir adelante con la negociación del convenio ordinario con todos los acreedores. El hecho de que la matiz de la sociedad, Tablicia, haya entrado también en fase de liquidación, que la propuesta anticipada de convenio fracasara y que los resultados de una negociación ordinaria pudieran ser más infructuosos aún, llevó a los accionistas a acordar la solicitud de liquidación de la fábrica, que fue comunicada el lunes en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Lugo.

El inicio de esta fase del concurso de acreedores conlleva, al liquidarse la empresa, la comunicación de la extinción laboral con la plantilla, un centenar de trabajadores. Esta comunicación, salvo que se produzcan contratiempos de última hora, se formalizará hoy en el mismo juzgado lucense.

Los administradores concursales tendrán ahora que presentar un plan de liquidación. Previsiblemente todo el inmovilizado de la empresa: terrenos, maquinaria, oficinas, naves y elementos de transporte, saldrán a subasta en un solo lote. Las ofertas que se presenten serán estudiadas y en los mejores términos podría producirse una adjudicación en el plazo de uno o dos meses.

Según ha podido saber este periódico al menos habría cinco inversores interesados en reflotar Interpanel. Si la fábrica se adjudica a un inversor o a un grupo de inversores, el dinero de la venta se destinará al pago de deudas con las administraciones (Seguridad Social y Hacienda), los trabajadores y acreedores comerciales y financieros, hasta dónde llegue el dinero. Los potenciales compradores no cargarán con ninguna deuda.

El plan de liquidación, que podría estar listo en unas semanas, determinará de forma concreta cuando y de qué forma se llevará a cabo la subasta en un único lote de la maderera.