El Club Deportivo de Caza «La Veguilla» organizó ayer en su coto una suelta de 160 animales para los socios. En total fueron 80 faisanes y 80 perdices a disposición de los asistentes que acudieron y que variaban en edades, siendo la mayoría adultos. Carlos Piñeiro sonreía satisfecho con el resultado. Lleva 12 años cazando y ayer acertó con tres faisanes.

Es la celebración por el Día del Cazador que el Club benaventano realizó en la mañana de ayer y a la que le siguió una comida de convivencia al aire libre. Cándido Carrera, presidente del Club «La Veguilla», recalcó el éxito de la actividad ya que «han venido 61 socios y en total somos 75». Esto quiere decir que más del 80% de la plantilla no quiso perderse esta jornada de caza organizada por el Club.

Jesús Romero, un chico de 12 años, aseguraba que es el segundo año que acudía con su padre a una suelta. «Hemos cazado dos faisanes y ahora nos ha tocado un faisán hembra y una perdiz».

En el reparto también había algún conejo para los más afortunados. Chema Ramón, otro de los cazadores afirma: «Lo hemos pasado muy bien. Se disfruta mucho de una jornada como esta independientemente de lo que consigas cazar».

Se citaron a las nueve de la mañana y comenzaron a sonar los disparos una hora después. Fue alrededor de las dos de la tarde cuando todas las piezas cazadas se reunieron en el punto de encuentro inicial. Se colocaron por parejas y se numeraron. A continuación se realizó una adjudicación aleatoria en la que cada persona se llevó dos piezas. Algunos salieron ganando con respecto a lo cazado, otros aportaron notablemente al bien común, pero todos coincidieron que lo importante fue el ambiente de la jornada y la suelta para divertirse.

También hubo tiempo para las demandas de mejoras, como la que expresaba Casimiro Santiago, «somos una sociedad muy pequeña en extensión y como no tenemos mucho terreno tenemos que venir hasta aquí para hacer una actividad como ésta. Teniendo en cuenta que somos muy colaboradores, porque todos estamos federados, nos gustaría pedir ayuda a la Administración que corresponda para poder ampliar el coto de Benavente». Santiago concluye que pagarán lo que corresponda, «tampoco es que lo pidamos gratis» e insiste en que las administraciones recuerden a los clubes humildes como el de Benavente.

Acompañó el tiempo y el buen humor y todos volvieron a casa con una pareja de piezas de recompensa, algo más que de agradecer teniendo en cuenta la escasez de perdices que los cazadores han detectado en los cotos por la temprana llegada de la primavera.