Suena un buzuki, una tarota, un timbal y una gaita asturiana en la Plaza Mayor de Benavente mientras los curiosos se acercan a ver y comprar en los puestos del Mercado Medieval. Van vestidos como en la época y buscan retener al público el máximo tiempo posible.

Por delante del cuarteto musical, un bufón con la nariz exageradamente aguileña camina sobre una pelota gigante mientras mueve otra más pequeña entre sus manos. Dice que es una «pompa de jabón cristalizada a la que se le puede pedir un deseo cuando esté en el aire». Pero no sirve cualquier deseo, tiene que ser algo «bueno para el planeta Tierra».

El público no pierde de vista la bola de cristal que el equilibrista no para de mover entre sus manos. Todos levantan los brazos, a petición del bufón, para solicitar el deseo con más fuerza, incluso los que más se resistían guardando los dedos en los bolsillos del pantalón acaban elevando las manos por encima de la cabeza. Finalmente, la fuerza mental de los presentes ha hecho que la imagen de la Plaza Mayor, con sus puestos de productos artesanos, antes reflejada en la pequeña bola de cristal, esté ahora invertida y el público se vea cabeza abajo.

Es una de las actuaciones que los visitantes pueden encontrar en el Mercado Medieval, alternadas con magia, talleres de caras pintadas para niños, juegos para los pequeños, paseos en burro y música constante a cargo de cuatro jóvenes considerados «mitad hombre, mitad hormiga, mitad león», tal y como explica el bufón que los precede.

Hoy es el último día para visitar los puestos desde las 10.00 horas hasta las 15.00 horas y desde las 17.00 hasta las 22.00 horas.