El Enmaromado que ha venido del frío fue sobrero en la Feria del Pilar en Zaragoza y hoy debutará en Benavente. El mayoral de La Cabañuela ha viajado con él y será quien le quite las fundas antes de comenzar la carrera. El trapío y el porte del astado no puede tener mejor pinta, tal y como anunció hace unos días el ganadero Antonio Bañuelos en este periódico. Queda por ver si la dureza en la que viven los bravos de esta cabaña dará más juego en las calles benaventanas que otros encastes, sobre todo frente a la masificación. De momento, por las venas de «Dibujante» corre sangre de Marqués de Domecq, Ybarra, Torrestrella y Torrealta, una mezcla de postín atemperada por el frío invierno burgalés y por una orografía dura.

«La Cabañuela es una finca situada en la zona central de la provincia de Burgos, en el borde del Páramo de Masa, a una altitud entre los 1.050 y 1.250 metros, con una pluviosidad aproximada entre los 750 y 800 litros por metro cuadrado al año, y unas temperaturas que oscilaron en 1998 entre los -13 grados de mínima en Enero y 34 grados de máxima en el mes de Agosto, con mínimas por debajo de cero grados ocho meses de los doce del año y heladas durante 114 días de este citado año, periodo en el que el termómetro descendió por debajo de cinco grados en 24 ocasiones», explica la web de esta ganadería de la Unión de Criadores de Toros de Lidia.

Según sostiene el ganadero, la adaptación de los toros del frío, es «muy buena» habida cuenta de su procedencia sureña y de las diferencias de clima y de alimentación. El macho número 1 de todas las camadas se llama «Campeador» en honor al Cid nacido en Vivar, cerca de la ganadería. «Dibujante» procede de ese árbol genealógico, de un «Campeador» con las mejores cualidades de la cabaña brava andaluza.