La Diputación Provincial inició los trabajos de acondicionamiento de la carretera de Villanueva de Azoague. Una intervención que ha venido siendo reclamada desde hace casi tres décadas tanto por conductores, vecinos y los sucesivos alcaldes del Ayuntamiento. «Ya era hora» decían ayer algunos vecinos de Villanueva abogando por una actuación global en el firme en lugar de lo que durante años se ha venido realizando como es el parcheo del pavimento. «Ha tenido que llegar un gobierno del PP al Ayuntamiento para que hagan la carretera», decía otro de los vecinos acusando a la Diputación como titular de la calzada al desoír las múltiples quejas al respecto vertidas durante años por vecinos, conductores e instituciones.

La calzada desde el entronque con la rotonda en la N-525 en el término de Benavente hasta la localidad de Villanueva de Azoague viene soportando año tras año una acusada circulación de vehículos, sobre todo de vehículos pesados debido a la actividad de la fábrica azucarera, arrojando como consecuencia el deterioro del pavimento, objeto de reclamación en múltiples ocasiones.

La empresa adjudicataria por la institución provincial del mantenimiento de la red provincial de carreteras, la UTE formada por Api Movilidad, S.A.-Arcebansa, S.A. comenzó los trabajos de mejora en la calzada hasta la calle Mayor con la limpieza de márgenes para intervenir posteriormente en el refuerzo del pavimento con la provisión de una capa de rodadura asfáltica y formación de arcenes, así como la instalación y reposición de barreras de seguridad y barandillas donde sea preciso y el pintado y la señalización vertical que permita no sólo una mejora en la circulación sino que ésta se haga con mayor grado de seguridad.

Los trabajos se complementan con la instalación de nuevas señales verticales y la señalización horizontal. Desde el Ayuntamiento se estudia la instalación de elementos en el pavimento para aminorar la velocidad en la conducción de los vehículos, explicó ayer el alcalde José Antonio Martínez desmarcándose de algunas reclamaciones sobre la construcción de aceras en un trayecto de 300 metros desde el convento de las monjas hasta la rotonda, argumentando que ese tramo pertenece al término municipal de Benavente.