La Junta Pro Semana Santa de Benavente vio cumplido uno de sus principales objetivos 17 años después de su fundación. La Ermita de la Soledad, otrora de la Cruz, capellanía, hospital de apestados y en la última etapa almacén de imágenes y mobiliario, es desde ayer oficialmente Museo de la Semana Santa Benaventana.

«Este museo es expresión de nuestra fe», testimonió el Obispo de la Diócesis de Zamora, Monseñor Gregorio Martínez, tras ensalzar el «gran interés, el gran tesón y la gran fidelidad con que lo habéis hecho los benaventanos», en referencia a la consecución del museo para el que el Obispado ha cedido la Ermita de la Soledad.

Martínez Sacristán saludó las instalaciones y las imágenes expuestas en el museo como expresión «de lo que nosotros creemos» porque «están centradas en el misterio central de nuestra fe: Jesucristo, muerto por nosotros», pero que al mismo tiempo, precisó, «están para ser expuestas al público, para ser procesionadas con veneración y con fe por las calles y plazas de Benavente».

El Obispo recordó también que detrás de estas imágenes hay cofradías, «hombres y mujeres que se agrupan como asociación pública de fieles» y tras felicitar a a todos los benaventanos «con ocasión de tener este pequeño museo», deseó que en el futuro «sea un gran museo de la Semana Santa para la exposición de permanente de la fe cristiana».

Con este espíritu, pidió «a los que creéis en estos signos santos que los expreséis, que los llevéis sin miedo y sin vergüenza, con convicción, con lealtad y fidelidad» porque, dijo, «en ellos está el sentido fundamental de nuestra vida y la esperanza básica de nuestra fe» y finalmente recordó que el viejo edificio de estilo renacentista «queda para memoria de todos los que vivís en esta ciudad: de los de ahora y de los que vengan después. Por tanto esta casa es casa desde donde se transmitirá la fe a los que vengan para que puedan participarla como nosotros la participamos hoy».

El Museo de Semana Santa ha sido reformado con una inversión de 283.000 euros procedentes del Estado y del Ayuntamiento. La Diputación Provincial de Zamora ha contribuido con otros 50.000 euros a la dotación del mobiliario. La inversión ha permitido «recuperación de una parte de nuestro patrimonio histórico», según el arquitecto proyectista, Luis Javier Martínez Lucio, para quien «el uso de materiales de larga tradición y formas equilibradas provocan en el usuario un contraste armónico y un encuentro feliz entre dos tiempos y dos arquitecturas».