Ataviadas con trajes regionales ellas y con capa y sombrero ellos, los integrantes de la Asociación Cultural Las Candelas renovaron ayer sus votos con la virgen y volvieron a ocupar un año más la Plaza Mayor para dar cuenta de esta celebración religiosa y popular.

Las integrantes de esta agrupación son más de un centenar y ayer, con una mañana de sol radiante, más de 300 personas asistieron a los actos organizados por «Las Candelas».

Antes de las doce del mediodía, la plaza sirvió de punto de encuentro y se repartieron pastas y orejas, café y aguardiente. El séquito, acompañados de algunas ediles municipales, acudieron posteriormente a misa.

Las Candelas coincidían antiguamente en Benavente con una importante feria de ganado. La celebración religiosa, «la fiesta de la luz» consistía en bendecir las velas o candelas para todo el año. Este acto religioso rememora la purificación de la Virgen tras el nacimiento de Jesús. En la parroquia del Virgen del Carmen de Renueva esta ceremonia religiosa pervive, aunque desde que las asociación ha recuperado la parte popular del evento, el oficio religioso se celebra cada año en una parroquia diferente.

No falla sin embargo que la Plaza Mayor sea, además de punto de encuentro para ir a misa, lugar de reunión una vez finaliza esta y ayer no fue menos. Hubo danzas de paloteo y un pequeño baile amenizado con la música d tambores y dulzainas como otros años mientras se preparaba un pequeño ágape que también se ha convertido en costumbre.

También lo es que el pregón corra a cargo del archivero municipal e historiador Juan Carlos de la Mata Guerra, que año a año ha ido glosando de manera detallada los aspectos tradicionales y también religiosos de esta celebración religiosa. El año pasado explicó los símbolos del estandarte de Las Candelas, la torre del castillo de la Mota; las cabezas de ganado que representan la feria que se celebrara en la ciudad; las candelas o velas y dos manos estrechándose, que significa el trato verbal sin contrato entre compradores y vendedores.

Este año sin embargo, un cierto retraso horario motivó una presentación rápida y seguidamente y antes de que las integrantes de la asociación participaran en una comida de hermandad, los asistentes al acto degustaron una cazuelita de pulpo con pan y un vaso de vino. Se repartieron trescientas raciones en un ambiente soleado y festivo.