El Departamento de Ciencias del Colegio Virgen de la Vega acaba de ampliar la funcionalidad de su estación meteorológico diseñando y poniendo en marcha un sistema de recepción de satélites meteorológicos con materiales reciclados que se guardaban en el almacén del centro, hallados en contenedores y en los puntos limpios de Benavente.

El proyecto, denominado «Satélites meteorológicos», tiene como objetivo la recepción de las señales APT de los satélites de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) activos 15-18 y 19, señales que ya recibe el centro y cuyos resultados pueden contemplarse en la página web del Virgen de la Vega.

«Como estamos en crisis, nos planteamos el objetivo de diseñar un sistema de recepción de las imágenes de los satélites meteorológicos NOAA, con el menor gasto posible», explica Gabriel P. Aguado, responsable del Departamento de Ciencias del Virgen de la Vega.

Bajo su tutela, los alumnos de 4º de Secundaria, buscaron los componentes necesarios para el proyecto en el almacén del centro, en contenedores y en el punto limpio. La antena la realizaron con tubos de PVC, que encontraron en los contenedores de las obras mientras que el cable coaxial pertenecía a la antigua red del colegio. El equipo informático y algunos otros componentes los encontraron en el punto limpio, mientras que el software utilizado es libre y gratuito.

«Solamente realizamos un pequeño desembolso en la adquisición de un receptor de segunda mano que pusimos a punto. Con esto quiero destacar que en estos tiempos de crisis, con pocos recursos, reciclando y con imaginación se pueden llevar a cabo proyectos más que interesantes», añade el profesor.

La experiencia surgió de la convicción de que para el alumnado existe dificultad en la compresión de los contenidos de dinámica, de las leyes de Kepler y de la gravitación, así como un desconocimiento general sobre los satélites artificiales. Por este motivo surgió este proyecto, cuyo objetivo pasaba por potenciar el desarrollo práctico de la dinámica y gravitación.

El proyecto sirvió para estudiar desde el lanzamiento hasta la puesta en órbita de los satélites artificiales, mientras que en el laboratorio se realizaron maquetas de diversos satélites «con un realismo más que aceptable». En teoría, estos satélites realizado a escala habrían entrado en órbita sobre el papel, con lo que los alumnos implicados completaron la primera fase del proyecto. La segunda consistió, a partir del planteamiento de un alumno, en recibir las señales de los satélites meteorológicos polares norteamericanos y colgarlas en la web de la estación meteorológica del centro.

Hallados los materiales y el software se montaron todos los elementos. Tras localizar y seguir con un programa gratuito específico los satélites NOAA, sintonizar el receptor y descodificar la señal APT (Automatic Picture Transmisión o transmisión automática de imagines), sólo restaba encontrar el software para convertirla y subirla a la web.

«Encontramos dos programas, los instalamos y esperamos pacientemente al primer satélite: la imagen del videoproyector mostraba el satélite acercándose, un circulo en torno a él se aproximaba hacia España y Benavente. Una vez dentro del circulo empezamos a escuchar la señal de transmisión en forma de pitidos al ritmo de un reloj; para cualquiera desagradable para nosotros música celestial. El programa se activó automáticamente y comenzó a convertir la señal audible en una imagen nítida de la península Ibérica y de parte de Europa en tonos grises y blancos. Había caras de satisfacción. Lo habíamos conseguido», explica Aguado. Poco después, el segundo programa coloreaba las imágenes «tal y como las vemos en los partes meteorológicos de los telediarios».

Los alumnos ya han conseguido automatizar el proceso de forma que las imágenes son recibidas automáticamente y subidas a la página del proyecto para que cualquiera las pueda consultar.