La recuperación de las policromías de los nervios del crucero de la iglesia de Santa María del Azogue ha superado ya el ecuador del proyecto, aunque los trabajos no finalizarán hasta la primavera, probablemente entre los meses de marzo y abril. Los restauradores han terminado parte de la tarea, en concreto en el centro y en un lateral del crucero, lo que representa aproximadamente la mitad del trabajo, según confirma el párroco Leovigildo Martín.

El andamiaje a 14 metros de altura está facilitando la ejecución de labores de limpieza y restauración minuciosas y costosas. El valor de lo ejecutado hasta ahora alcanza los 35.000 euros y el conjunto del presupuesto, que inicialmente se estimó en 50.000 euros está finalmente pendiente de concretarse de acuerdo con el tiempo real de labor. Desde que las tareas se iniciaron el pasado mes de octubre, Rearasa, la empresa que recibió el encargo y ya ha realizado otras restauraciones en este templo románico benaventano, analizó primero varias muestras de pintura para decidir posteriormente el sistema de limpieza y de consolidación más idóneo. En el proceso también se ha previsto una reintegración de la pintura.

Durante el tiempo que han durado las tareas de restauración hasta el momento presente, la iglesia ha permanecido cerrada a las visitas turísticas, lo que probablemente seguirá ocurriendo a lo largo de los próximos tres meses, tiempo en el que se confía en finalizar el proyecto. Las tareas de restauración no han interferido por contra en la celebración del culto religioso.