M. A. Casquero

El arroyo del «Vaguillo» a su paso por el casco urbano de Santibáñez de Vidriales se convertirá en un paseo fluvial cuando se completen los trabajos previstos al finalizar esta semana.

La empresa adjudicataria de la obra, la sociedad vidrialesa Hermanos Marcos, completa la actuación con la instalación de 300 metros de vallado rústico de madera de 1,10 metros de altura sobre uno de los márgenes del arroyo, en la ribera derecha. Desde el inicio del casco urbano, en el puente del camino de San Pedro de la Viña hasta el puente de la carretera a La Bañeza, un paseo paralelo al arroyo irá provisto de vallado. En la mitad del trayecto se está ahora practicando una acera de hormigón con encintando de bordillos.

La ejecución del proyecto ha contemplado también la limpieza del cauce con la instalación de escolleras en ambas paredes sobre el lecho del arroyo a su paso por el casco urbano.

El Ayuntamiento decidió acometer la intervención de obra aprovechando los Fondos del Estado del Plan de la Sostenibilidad Local por importe de 89.431,38 euros después de solicitar durante años la mejora y adecuación del cauce a la Confederación Hidrográfica del Duero. Al no actuar en los tramos urbanos de los cauces el organismo de cuenca, el Consistorio optó por esta vía aunque ya estaba previsto en un pasado mandato municipal incluir la actuación a través de los Planes Provinciales de la Diputación para lo cual se disponía de la redacción de un proyecto.

El arroyo del Vaguillo ha venido ocasionando durante muchos años inundaciones a las viviendas inmediatas con ocasión de fuertes precipitaciones. La ausencia de limpieza del cauce ha provocado presas hasta en el mismo puente de la carretera. Las anegaciones de la zona han llegado hace varias décadas a inundar todo el área inmediata llegando las aguas a la plaza por su margen derecho y la calle Matadero por su margen izquierdo.

Las aguas del regato del «Vaguillo» se nutren de los desagües de «Valdebollos» y «Tesorredondo» a donde van a parar los numerosos caños y escorrentías, desembocan en el arroyo del «Almucera» entre los términos de Santibáñez y Tardemézar. Su paso por el casco urbano de Santibáñez desde el puente del camino de San Pedro de la Viña hasta sobrepasar el de la carretera se ha convertido ahora en un paseo fluvial por cuyo lecho no surcan las aguas en época estival.