Los titulares de las bodegas de Pobladura del Valle tendrán que atender a su mantenimiento a partir de ahora ya que una ordenanza municipal regula su conservación. La Corporación aprobó la normativa el pasado 17 de septiembre, tres meses después que el Ayuntamiento emplazase a los propietarios a reparar los desperfectos ocasionados por las persistentes lluvias del invierno y atender a su buen estado. Se trata de que muchos de los titulares de cuevas que procuran su buen estado, no se vean perjudicados por quienes desisten de acometer trabajos de reparación, ocasionando previsibles daños a las construcciones subterráneas colindantes, precisaron ayer fuentes municipales.

Pobladura tiene registradas 400 bodegas, todas ellas en tres zonas bien diferenciadas y construidas sobre terrenos de titularidad municipal, una circunstancia que se da también en varios municipios de la comarca. La zona de «La Horca» que se encuentra junto al camino de Matilla de Arzón y entre la carretera N-VI y la autovía A-6, las construcciones subterráneas que se ubican en la zona del «Canal del Horno» situada en el área sur del término, y la zona unida al casco urbano junto a la antigua carretera de La Coruña, donde se encuentran varias cuevas dedicadas a la explotación hostelera.

Precisamente éste fue uno de los argumentarios aducidos por el alcalde en funciones, Antonio Rodríguez Bécares, recomendando «la conservación» de estas construcciones y «restauración de los ventanos que se encuentran deteriorados», asi como la retirada de la vegetación sobre las cubiertas de las bodegas y su entorno. Rodríguez Bécares adujo a que dichos inmuebles «fueron construidos con gran sacrificio y esfuerzo por nuestros antepasados quienes los legaron a sus descendientes».