Las pruebas comenzaron a primera hora de la mañana y se prolongaron hasta la dos de la tarde. El viento y el polvo constituyeron la principal incidencia de la jornada. La falta de sistema de riego impidió mejorar las condiciones de competición.

En esta quinta prueba puntuable para el campeonato regional participaron finalmente 35 pilotos. Con sus pequeños vehículos han viajado a Benavente desde Asturias, Madrid, Vitoria, Burgos, Ávila, Palencia, Segovia, Valladolid, León, Zamora y La Coruña. Seis benaventanos probaron suerte en la competición, la segunda que se organiza en la ciudad, aunque por primera se puntuaba para el regional.

Los participantes pudieron entrenar en el circuito de Los Salados el sábado y ayer por la mañana desde las ocho se sucedieron cinco series de entrenos y una sexta a circuito cerrado. A las 9.35 horas comenzaron las mangas clasificatorias, de cinco minutos de duración cada una. A las dos de la tarde finalizó la competición.

Aunque el sistema de competición está reglado, es bastante complejo. Básicamente cada piloto dispone de 2 mangas clasificatorias de 5 minutos para pasar a las subfinales. Puntúa la mejor manga en vueltas-tiempo. La ubicación de los pilotos en las distintas series se hace de acuerdo con la posición lograda en el ranking del año anterior.

La final la corren los mejores clasificados, pero con anterioridad y después de las semifinales, se disputa, como también ocurrió ayer, la final promesas, en la que compiten los pilotos que en el campeonato regional del año anterior ocuparan un puesto posterior al número 30 o no que no hubieran participado. Ayer, el benaventano Álvaro González, se llevó el gato al agua.

Los vehículos, auténticas joyas de auotomodelismo, están dotados con motores de hasta 3,5 centímetros cúbicos y depósitos de gasolina de 125. Son controlados por emisora y su peso mínimo es de 3.200 gramos.

El público benaventano que se acercó al circuito de Los Salados siguió con interés las sucesivas mangas de la prueba desde las zonas de seguridad. Este tipo de vehículos puede alcanzar los 60 kilómetros por hora en rectas y aguantar el contacto con pista tras saltos espectaculares.