Quince pendones y unas 240 personas procedentes de dos localidades del norte de la comarca (Pobladura y la Torre del Valle) y de varias zonas del sur de León (Astorga, La Bañeza y la ribera del Órbigo) se dieron cita ayer en Benavente para consumar la tercera etapa de «Los pendones concejiles leoneses en los Caminos de Santiago del Reino de León».

El evento forma parte de los actos conmemorativos del 1.100 aniversario del Reino leonés dentro del proyecto Raíces 910-2010 que promueve a asociación de pendones del Reino de León con el patrocinio de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta a través de la Fundación Siglo para las Artes de Castilla y León.

Los pendones se concentraron a las diez de la mañana en el Parque de Entrecaños, junto al Centro de Interpretación de los Ríos, y media hora más tarde una comitiva formada por la Asociación Cultural «Las Candelas y un grupo de dulzaineros, partieron de la Plaza Mayor hacía los Paseos de la Mota para aguardar la llegada de los pendones y viriatos.

La salida del Centro de los Ríos se produjo a las once de la mañana por la senda del puente piedra hacia la carretera del Caracol, la Cuesta del Río y los Paseos de la Mota.

Los pendones leoneses, de origen medieval, están compuestos por varas de 7 y 13 metros con telas de seda adamascada de colores vivos. Su peso es notable por lo que no es de extrañar que el esfuerzo fuera ayer reconocido y aplaudido por el público que siguió su llegada a los paseos de la Mota, donde volvieron a concentrarse y donde el alcalde dio lectura a un pregón de bienvenida.

Los pendones y viriatos fueron exhibidos en los Paseos de Soledad González mientras se desgustaba la «parva» (dulces típicos de la ciudad), y seguidamente, y acompañada de grupos folclóricos, la comitiva reanudó su caminó hacia la Plaza de Santa María en cuya iglesia se realizó una ofrenda floral a la Virgen de la Vega, patrona de la ciudad.

Tras una comida de hermandad en el parque de la Estación que comenzó a las tres de la tarde, los actos se reanudaron a la seis en la misma zona con juegos tradicionales y exhibición de bailes. Dos horas después, de nuevo en la Plaza de Santa María, volvieron a exhibirse los pendones y un Aula de Folklore Urbano a cargo de la Asociación «La Morana», de Zamora, ofreció danzas, tonadas y canciones con instrumentos tradicionales, representando los rituales de los ciclos festivos. A quince minutos de las nueve de la noche estaba previsto el acto de entrega del estandarte testigo a los pueblos de la siguiente etapa.

Los pendones constituyen la seña de identidad de los concejos que formaban el Viejo Reino de León y que actualmente están sufriendo un proceso de amplia recuperación. También Benavente quiere recuperar el suyo, que procesionaba en las festividades de San Isidro y el Corpus y que durante muchos años permaneció depositado en la iglesia de San Juan. El paño presentaba franjas en verde botella y granate con ribetes dorados. Según el testimonio del párroco de San Juan, la vara fue trasladada a la Ermita de la Soledad y el paño donado al Hospital de la Piedad, donde no se han hallado, según explicó ayer el edil de Cultura, Mario García, a partir de la investigación realizada por el archivero benaventano Juan Carlos de la Mata Guerra.