La Obra Social de Caja España expone cerca de 80 fotografías, pertenecientes al Premio de la Entidad de Fotografía Blanco y Negro de 2008. A lo largo de la exposición el espectador podrá disfrutar de imágenes de muy diversa temática.
Entre ellas hay panorámicas de ciudades, animales transportados,.. también están presentes los rostros humanos, en muchas ocasiones reflejando tristeza.
Los contrastes dentro de la fotografía y también entre ellas siempre están presentes: como el caso de la juventud y de la vejez o de los objetos con el propio cuerpo de una persona.
A veces se perciben los sentimientos a través de detalles como las arrugas en las manos. La religiosidad (en diversas vertientes) está presente en muchas de las fotografías.
Muchos de los fotógrafos captan en sus obras el Tercer Mundo, como una musa, en muchas de las ocasiones denunciable. Los autores se fijan en multitud de detalles y de nuevo el contraste: con la banalidad imperante en los países ricos. La siempre dualidad de pobreza versus riqueza.
Otra de las disparidades habitual es el de las luces y las sombras; también el del cielo y la tierra, cuando se plasman aves al vuelo por encima de un muro.
Los edificios son captados, tanto en su fachada como en su interior, en muchos de los casos abandonados. Los paisajes también están presentes. En muchos casos no se percibe al hombre, la naturaleza es protagonista. Y también el punto contrario: ámbitos donde se ve la presencia del ser humano en puentes y otras construcciones.
Otra mirada de los fotógrafos lleva al espectador a culturas alejadas de la occidental y en muchos casos desconocidas (a veces casi desaparecidas).
Los artistas recogen las miradas de personas de diversas etnias, pero todas portan lo mismo: ilusión. Se presentan así mismo labores en el campo, que en muchos casos se encuentran en peligro de extinción.
Los fotógrafos recogen también a través de las instantáneas momentos de magia que prestan y regalan todo tipo de espectáculos y bailes.
La muestra se podrá disfrutar hasta el próximo domingo 26 de abril, de siete de la tarde a nueve de la noche los días laborables y de doce de la mañana a dos de la tarde los festivos.
