Industrias Lácteas Benaventanas negó ayer tajantemente ser responsable de un vertido continuado de leche a la red de saneamiento, tal y como recoge el informe de Aquagest. «Ilbesa no ha sido», aseguró ayer el gerente de la empresa Luis Martín Carnero sorprendido por la imputación, que ha conocido por conversaciones con responsables políticos y técnicos durante la mañana del lunes y por la prensa.

Ilbesa rechaza incluso abiertamente la posibilidad de que se hubiera producido un vertido accidental del que no tuviera conocimiento y afirma que los libros de registro de la empresa constituyen una prueba material de la leche que ha entrado en la fábrica y la que se ha empleado en el proceso productivo «No compramos la leche para tirarla», insistió.

Ilbesa recibe leche todos los días del año. El día que se detectó el vertido, el 16 de marzo, «fue lunes». «El sábado y domingo anteriores la fábrica recibimos leche pero no fabricamos», precisó Martín Carnero. El suero «es enviado cada día a Proláctea» y sólo «la espuma» de la leche disuelta en agua tras los procesos de lavado pueden haber ido a la acometida «porque esto es una fábrica de quesos». Antes de que la estación depuradora de aguas residuales funcionase «jamás tuvimos una sanción de la Confederación Hidrográfica del Duero; teníamos licencia de vertido y cada cierto tiempo tomaban muestras analíticas. Nunca fueron superiores a lo permitido».

Durante la mañana del lunes, Luis Martín mantuvo conversaciones telefónicas con el alcalde y con el responsable de Aquagest, que el informó de la existencia de un vertido continuado detectado el día 20 de marzo tras realizar análisis del agua en la acometida a la red de saneamiento.

Este extremo ha generado malestar en la empresa. «Lo normal es que se nos avisara para estar presentes como ocurría con la Confederación. Está bien y es normal que se tomen muestras porque así lo establece la legislación, pero en la prueba debe estar un representante de la empresa. De esta forma es su palabra contra la nuestra», agregó antes de recordar que la tecnología ha avanzado hasta el punto de «reducir los vertidos del lavado» al máximo «entre otras razones porque se ahorra agua y energía».

Un técnico de la Concejalía de Medio Ambiente y un agente de la Policía Local tomaron ayer una muestra de agua de la acometida que ha sido enviada a analizar. Fuentes municipales informaron que «a primera vista» el agua recogida no presentaba «ni olor ni color» sospechosos.

Por la mañana los portavoces de los grupos de oposición recibieron una copia del informe de Aquagest, que también le fue entregado a l Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.