Un industrial de Bretocino ha formulado denuncia ante el Puesto Principal de la Guardia Civil de Benavente por haber sufrido destrozos en la vivienda y taller de carpintería de su propiedad a cuyos inmuebles unos desconocidos le arrojaron cubos de aceite usada.

El carpintero de Bretocino, Alberto Ferreras, vecino de Benavente, se trasladó en la mañana de ayer hasta su taller donde pudo comprobar los graves desperfectos ocasionados con el denso y oscuro líquido esparcido por puertas, ventanas y varias fachadas recién pintadas, según informó ayer a este diario.

Los hechos, siempre según el propio Ferreras, tuvieron que ser ocasionados en la pasada madrugada, desconociendo el autor o autores de tales fechorías. Se da la circunstancia que en la vivienda atacada por los desaprensivos viven los padres de este industrial que ayer se encontraba apesadumbrado ante la situación.

El propio Alberto Ferreras pretendía ayer ponerse en contacto con la Subdelegación del Gobierno requiriendo su intervención «para que esto no vuelva a suceder en pleno siglo XXI». El caso es que el aceite esparcido en algunos casos mostraba «como medias lunas», explica Ferreras. Los hechos han provocado la fuerte repulsa de muchos de sus vecinos que le han llegado a transmitir su apoyo tanto al industrial como a los familiares.

No es la primera ocasión que Alberto Ferreras sufre este tipo de hechos delictivos en su localidad. Hace dos años ya sufrió pintadas en varias ocasiones en las puertas y en la fachada y no sólo eso, sino que además ha recibido amenazas, extorsiones, según él mismo ha declarado y no está dispuesto a que se repitan situaciones «como las vividas» manifestaba con vehemencia.

El industrial de Bretocino ha presentado anteriormente por los hechos ocurridos, sendas denuncias ante la Guardia Civil de Benavente, manifestando sus dudas por la Justicia.