El Ayuntamiento de Arrabalde inició ayer los trámites para acogerse a las líneas de ayudas públicas de las administraciones estatal y autonómica por los daños causados por inundaciones y para solicitar otro tipo de apoyos de mantenimiento o reparación de infraestructuras tras los efectos del desbordamiento del río Eria en la última semana de octubre. Arrabalde ha dirigido escritos a la Confederación Hidrográfica del Duero, a la Subdelegación del Gobierno, a la Junta de Castilla y León y a la Diputación Provincial de Zamora, según informó el alcalde de la localidad, Baltasar Fernández.

La crecida del Eria en la noche del día 26 de octubre causó, según Fernández, notables daños en el término municipal, tanto en infraestructuras como en cultivos. De hecho, el desbordamiento del río «anegó toda la vega» del término municipal, que se extiende en una amplia y llana superficie.

Las peores consecuencias del aumento del nivel del cauce se produjeron en la vieja carretera y especialmente en el viejo puente. Aunque desde hace años Arrabalde dispone de un nuevo viaducto sobre el río que garantiza la seguridad del tráfico, el antiguo puente se ha seguido utilizando como paso de ganado y de vehículos agrarios para evitar rodeos y tener una acceso directo a las tierras de labor. La crecida del Eria derribó y arrastró el puente aguas abajo, según preciso Fernández. La situación vivida esa noche, que el Ayuntamiento no ha dado a conocer públicamente hasta ayer, obligó a pedir ayuda a la Guardia Civil y a cortar la antigua carretera. Esta fue señalizada con cintas para evitar accidentes.

Aunque las últimas avenidas habían deteriorado las pilastras del viejo viaducto, este era todavía practicable. El Ayuntamiento había solicitado ayuda a algunas administraciones para repararlo defendiendo su utilidad como paso alternativo para las tareas agrícolas. El puente no soportó el aumento de caudal registrado hace apenas dos semanas y se vino abajo. El Ayuntamiento pretende ahora obtener los apoyos que no consiguió hasta ahora para poder seguir disponiendo de un paso alternativo si bien más fiable que el viejo puente.

Pozos anegados

Esta no fue la única consecuencia de la crecida. El agua anegó también varios caminos de concentración que comunican la vega con el monte. En parte de estos accesos se registraron pérdidas de sección que requerirán rellenos de zahorra y el uso de motoniveladoras.

Por último, el Eria también afectó al abastecimiento. Algunos pozos de sondeo se anegaron y que el Ayuntamiento decidió dejarlos fuera de servicio al estar inutilizados. Para garantizar el suministro mantenía no obstante otros sondeos.

«Es una pena que ese agua no se pueda retener para cosas útiles y se vaya directamente al mar, y que además cause daños como los que causó ese día», lamentó el alcalde de Arrabalde, que confía ahora en que las administraciones atiendan sus demandas para la reparación de daños.