La empresa salmantina Angel Renedo Pulido ha comenzado a ejecutar las obras de sellado del vertedero de residuos urbanos en la localidad de Santibáñez de Vidriales. La obra solicitada a la Junta por el Ayuntamiento y aprobada por el pleno en sesión extraordinaria urgente del pasado 11 de agosto, se enmarca en las actuaciones previstas por la Dirección General de Calidad Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente.

Los trabajos que se están llevando a cabo cuentan con un presupuesto de 326.726,93 euros y en este montante se contemplan el tratamiento de residuos, la red de drenaje de pluviales, de lixiviados y desgasificación, los tratamientos vegetales, así como los componentes de salud y seguridad laboral, entre otros.

De acuerdo con el plan de obras, el plazo total estimado para su ejecución es de 4 meses, con un plazo de garantía de un año según lo estipulado en la ley de contratos de administraciones públicas.

Según el proyecto en ejecución, las obras consisten en el tratamiento específico a los residuos urbanos y su cubrición con una capa de tierra. Se decidió «la no colocación de una lámina inferior por considerar impermeable la capa de apoyo», contando con un elevado grado de mineralización debido a las continuas quemas de los residuos. Para el sellado se trasladarán los residuos hasta el vaso, regularizándolo en superficie e igualando los laterales, según el capítulo de descripción de las obras. El montículo será cubierto y sellado. Posteriormente se acumularán en los laterales de este sellado los inertes procedentes del resto de la parcela y se cubrirá con la capa de tierras de más de un metro de espesor.

Sobre los residuos se aplicará una capa de regularización con tierras y se dispondrá una capa de grava para filtro de gases y así evitar la formación de bolsas de metano. Para la salida de gases del interior de la basura se ha previsto una chimenea de hormigón prefabricado perforada. Del mismo modo, se procederá a una aplicación de compost a razón de setenta toneladas por hectárea.

El contorno del vertedero irá provisto de una red de cunetas en tierras.

Los trabajos se complementarán con plantaciones con especies autóctonas. Posteriormente estas especies serán desplazadas por otras más rústicas y de emplazamiento más lento de modo que en el plazo más breve posible estas zonas queden integradas en el paisaje del entorno.

También se prevén actuaciones en los caminos de acceso y circundantes debido al previsible deterioro que sufrirán como consecuencia de los trabajos.

Por último, la actuación prevista es la de cerrar el recinto con una malla cinegética sobre postes de madera, para así evitar la entrada del ganado en las primeras fases de implantación de la vegetación, así como se instalarán carteles indicando la prohibición de nuevos vertidos.

La instalación del cartel de "vertedero clausurado",acabará con una etapa de 25 años de vida del basurero incontrolado que ha dado muchos quebraderos de cabeza a los regidores municipales.

Un basurero que se construyó en 1992

El vertedero de Santibáñez se construyó en 1992 en que el Ayuntamiento de la localidad decidió habilitar una fosa para depositar los residuos urbanos y posteriormente se acometieron obras de cerramiento. Esta actuación era necesaria dada la implantación del servicio de recogida de basuras para todo el municipio. El Ayuntamiento llevó a cabo la recogida domiciliaria de basuras en un camión de propiedad municipal que luego depositaba en el habilitado vertedero. El equipo de gobierno de entonces rehusó formar parte de la recién constituida mancomunidad de servicios en la que actualmente está integrado.

Desde la entrada en funcionamiento de los centros de transferencia de residuos, el vertedero de Santibáñez presentaba un aspecto desolador y conformaba el paisaje incontrolado propio de la mayoría de los vertederos municipales. La Consejería de Medio Ambiente tiene previsto acometer el sellado de todos los vertederos incontrolados de la provincia.