El secretario general nacional de la Unión General de los Trabajadores en la Agencia Tributaria, Antonio García Soto, explicó ayer que cuando el responsable del DROPI les presentó el documento de reforma sólo UGT y SIAT-USO se opusieron abiertamente, «los demás se callaron». García Soto, en todo caso, aseguró que la reorganización prevista «no se llevará a cabo», porque sólo se trata de una propuesta. «Nos han dado el borrador de un proyecto, se les dijo que no y que ya hablaríamos», añadió.

El ugetista recordó que CC OO, SIAT y CSI-CSIF firmaron un acuerdo en marzo de 2004 con el Gobierno del PP para emprender la regionalización de la Agencia Tributaria, acuerdo que ha derivado en la actual propuesta. El sindicalista, con quien coincide el GESTHA en este aspecto, criticó la «doble moral teledirigida» de estas organizaciones «que ahora se escandalizan de las consecuencias» y argumentó que para llevarla a cabo «primero tendrían que negociarla» y se tendría que aprobar un plan de empleo con los sindicatos, «razones por las que bajo ningún concepto los contribuyentes tendrán que desplazarse». «Otra cosa es que los contribuyentes dispongan de una serie de mecanismos, a nivel informático o telemático, para la remisión de datos. Pero no se va cerrar ninguna administración», indicó también.

García Soto llamó la atención sobre el «corporativismo» que impera en la AEAT «donde los inspectores de finanzas mandan mucho» porque «son cuerpos de élite de la administración, y están por encima de cualquier opción política. Aquí deciden que adoptan una medida y pasan por encima del gobierno de turno, por el PP o por el PSOE».

Por su parte, el SIAT a través de su secretario general, Ceferino Trillo, pidió ayer seriedad a los políticos y explicó que han solicitado ya al PP, CIU, BNG, a Coalición Canaria, Izquierda Republicana y ayer a Izquierda Unida, que presenten una proposición no de ley en el Congreso para paralizar la reforma. El día 22 el sindicato se reunirá con el portavoz de Economía del PSOE en el Congreso.