La provincia de Zamora finalizaba el año 2020 con la administración de la primera vacuna contra el coronavirus. Fue el día 30 de diciembre, cuando los sanitarios entraron en la residencia de los Tres Árboles de Zamora y en la residencia de la Virgen del Canto de Toro para suministrar el compuesto a los mayores institucionalizados. Fue entonces cuando los zamoranos comenzaron a familiarizarse con los nombres de farmacéuticas que sonaban lejanas y los términos Janssen, AstraZeneca, Pfizer o Moderna comenzaron a salir en cada conversación. Desde entonces, tanto el Gobierno de España como la Junta de Castilla y León han suministrado más de 400.000 vacunas en primeras, segundas y terceras dosis. El 85% de la población de la provincia cuenta con la pauta completa y los habitantes con tercera dosis son ya más de 65.000.

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Eficaz para disminuir su gravedad y mortalidad

Pasado un año, se puede afirmar con casi total seguridad que la vacuna resulta eficaz para reducir los casos más graves, las hospitalizaciones, los ingresos en unidades de críticos y las muertes por coronavirus. No en vano, la provincia de Zamora se encontraba en diciembre del pasado año 2020 con una incidencia menor a la actual, pero con las UCI en riesgo de colapso y varias muertes cada semana. Ahora mismo, aunque los casos se encuentran disparados, cada vez es menos frecuente que se produzcan fallecimientos y las unidades de críticos respiran con calma tensa.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística, que evalúan la diferencia de mortalidad global, no sólo por coronavirus, apuntan en la misma dirección, si bien van más atrasados y no llegan al mes de diciembre. Pero permiten extraer la misma conclusión. Si la primera semana de octubre fallecieron un número similar de zamoranos en ambos años (51 en 2020 y 52 en 2021), partir de ahí la mortalidad se disparó el pasado año, mientras que fue mucho más moderada en este. Desde esa fecha al 9 de noviembre fallecieron 446 zamoranos en 2020, por 263 en 2021, es decir 183 personas menos. La vacuna, por tanto, parece directamente relacionada con la menor mortalidad.

La vacunación es sin duda el factor diferenciador entre una y otra situación, y por eso las autoridades tomaron medidas mucho más drásticas el pasado año que este, por más que abrieran un poco la mano para facilitar la sumamente restringida movilidad en las fechas navideñas.

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El principal objetivo de la vacunación es prevenir el COVID-19 y disminuir su gravedad y mortalidad, protegiendo especialmente a aquellos grupos más vulnerables. La vacunación es doblemente importante ya que protege directamente a cada persona vacunada, pero también protege de forma indirecta al resto de la población. Cuantas más personas se vayan inmunizando, menor probabilidad habrá de que el resto (en particular los más vulnerables a padecer enfermedad grave) se expongan al virus, o al menos a altas cargas víricas.

Este pasado verano, las autoridades aprobaron el Certificado COVID Digital de la Unión Europea, que para los zamoranos se puede descargar a través de la aplicación Sacyl Conecta. El documento es gratuito, se emite en formato electrónico o en papel, es seguro y fiable, tiene validez en toda la UE y se emite en la lengua nacional de cada Estado (además de en inglés) por las autoridades competentes de cada Estado miembro. La versión electrónica puede almacenarse en un móvil. No es un pasaporte ni un documento de viaje que condicione o restrinja el derecho a la libre circulación en la Unión Europea, sino un instrumento que facilita la movilidad entre países miembros y garantiza la protección de la salud.