Al echar la vista atrás para revisar este 2021, aún atípico, nos transportamos a una montaña rusa con subidas y bajas trepidantes y en la que, a pesar de la incertidumbre que nos produce el vértigo de lo vivido, nos aferramos seguros al trayecto porque estamos convencidos de haberlo hecho lo mejor que hemos sabido.

Iglesia de Nuestra Señora de Azogue

Muchas temáticas, propuestas y proyectos han quedado en la casilla de salida y otras tantas se han podido desarrollar bajo las circunstancias que mandaban.

La actividad en nuestro municipio ha seguido también esta línea serpenteante apoyada en la actitud del logro de un progreso, que en ocasiones se nos antoja esquivo, pero el que siempre marcamos en el horizonte.

Así comenzamos el año viviendo la cabalgata telemática de los Reyes de Oriente y confiamos en poder recuperar ritmo en Carnavales y Pascua, sin conseguirlo, pero optando posteriormente por celebrar actos deportivos, culturales y musicales con medidas pautadas. Con aforo desarrollamos el Campus de Fútbol, Danza en el patio de armas del castillo, canciones sanabresas del dúo Chillón Pino y aunque con trescientos sesenta y cinco días más veinticuatro horas añadidas al calendario, pudimos celebrar el VIII Centenario de nuestro fuero. Aun así los Gigantes y las Fiestas de las Victorias esperaron con anhelo para poderlas disfrutar como bien se merecen. El otoño nos devolvió los sones de la Escuela de Folklore y pudimos iniciar las clases de la Uned Senior. También esta estación nos deparó una temprana campaña micológica y al poco, llegaron las imponentes luces a realzar nuestro ánimo y a ofrecernos calidez, ya a las puertas de la época invernal.

Muy importante destacar el hecho de haber regresado el documento fundacional de nuestra villa, la Carta Puebla, amparada por la compañía del Fuero de Benavente. La ilusión y el orgullo percibidos por “lo nuestro”, un pequeño rincón en la historia y un saber compartido por los expertos que aportaron su conocimiento para descubrírnoslo. La participación de la ciudadanía mediante su presencia y apoyo a estas políticas de difusión toman inmenso sentido en las presentaciones realizadas para dar a conocer a nuestros visitantes y vecinos lo que hacemos día a día.

Pero sin duda, aunque con tareas por hacer para mejorar, la llegada de la Alta Velocidad a la comarca de Sanabria ha supuesto un hito que dejaremos como un regalo para las generaciones venideras sin olvidar que fue un anhelo para las que ya se fueron.

Y es así que en este mundo trepidante nuestro ritmo presente está marcado por las personas, porque sin su vinculación al territorio no sería posible haber conseguido ser un referente. Muchos años de lucha, desencanto y esfuerzo por reivindicar la necesidad de mantenernos. El legado patrimonial que nos ha quedado en el presente es motivo de admiración de muchas poblaciones con las que compartimos programas de desarrollo pero sin duda la mejor lección es valorarlo, aprovechar las oportunidades del trabajo en red, establecer ondas de colaboración que produzcan progreso e ilusionarse con lo bueno del 2022 ¡que está por llegar!

(*) Alcalde de Puebla