A punto de finalizar el año 1899, con Francisco Silvela como primer ministro durante la regencia de María Cristina de Habsburgo, EL CORREO DE ZAMORA defendía con ardor las tesis carlistas e impulsaba la creación de un círculo juvenil en la ciudad para mantener viva la causa que recogía en el lema vigente bajo la cabecera: Dios, patria y rey, que sintetiza la aspiración de una monarquía católica y tradicional.

Bajo la sombra del "Desastre" del 98, la pérdida de las últimas colonias y con revueltas en Cataluña, huelgas en Madrid y amenazas de peste bubónica con focos declarados en los puertos de Oporto (Portugal), no es de extrañar que, en aquellas fechas hubiera astrónomos que anunciaran el fin del mundo para el 13 de noviembre de ese mismo año. No llegó tal y así lo recogía el periódico ironizando sobre los más crédulos: "Aunque parezca paradójico, las predicciones de los astrónomos relativas á la fin del mundo, cuyo suceso debía realizarse hoy, han encontrado muchos tontos que creyeron en ello como en artículos de fe".

En ese contexto, y dentro de las noticias de ámbito más local, El CORREO da cuenta en los primeros días del mes de noviembre la práctica de juegos ilegales. El miércoles del 14 de noviembre de 1899, esas denuncias, sin duda alimentadas por polémicas políticas enfrentadas con la línea marcada por el Gobierno de Silvela, desembocan en la detención del director de EL CORREO DE ZAMORA, Maximino de Barrio Folgado, lo que da lugar a un jugoso artículo, entre lo jocoso y la protesta, en el que el propio De Barrio narra las circunstancias de la detención, en plena partida de cartas, a las que era muy aficionado, y en la sobremesa de un suculento codillo.

La orden provenía del gobernador civil José de Hoces y Losada, duque de Hornachuelos, quien acababa de regresar de Madrid con la renovación de su cargo aún pendiente de oficializar.

El director pasó la noche en el calabozo, al que, narra, entró triunfante entre cánticos, "La mia bandiera", "Manno detlo que Beppo va soldatto" y narrando con sorna que "solo una cosa sentía, no recordar el toque de la suerte de banderillas, para tararearlo también como respondiendo al par que el Duque me puso fuera de tiempo".

La puesta en libertad y el recibimiento entre vítores de la redacción al "mártir" completa esta peculiar primera página. En días posteriores Maximino de Barrio se querelló contra el duque de Hornachuelos por haberlo detenido cuando aún su nombramiento estaba pendiente de publicación en el Boletín Oficial de la Provincia.

Finalmente, las aguas volvieron a su cauce y fueron retiradas las acusaciones por ambas partes. La peculiar portada con la crónica desde la cárcel, segunda entrega del coleccionable "Te lo contamos" con patrocinio de Red Eléctrica se entrega mañana domingo, gratis, con el ejemplar diario de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA.