Al grano

Ayuntamientos sin concejales

Menos municipios porque no hay quien los gestione

Foro de Municipalismo

Foro de Municipalismo / EMILIO FRAILE

Celedonio Pérez

Celedonio Pérez

Muy interesante el foro sobre municipalismo organizado el lunes por este periódico en el Consultivo de Zamora. Sorprendió la unanimidad, con matices, obvio, en tiempos de disenso y preelectorales, de los ponentes, los alcaldes de los ayuntamientos más poblados de la provincia y representantes de la Junta y la Diputación, sobre determinadas cuestiones como la financiación, la independencia económica o la dificultad para cubrir determinados servicios básicos. Quizás en lo que no se insistió demasiado fue en los graves problemas de gestión e incluso de supervivencia administrativa que tienen que afrontar los municipios pequeños, la inmensa mayoría del total provincial de 248.

Tan complicado es administrar los pequeños ayuntamientos, en muchos casos gestionar los restos del naufragio por la falta de presupuesto, que cada vez es más difícil encontrar quien quiera hacerlo. Los partidos políticos lo saben muy bien, lo están padeciendo en sus carnes ahora, en estos días. Presentar listas electorales en algunos municipios se está convirtiendo en un reto insalvable para muchas formaciones. Resulta muy complicado convencer a nuevos posibles concejales. Ya verán, ya, como el 28-M bate el récord de candidaturas integradas por “paracaidistas”.

¿Y por qué cada vez hay más dificultades para presentar listas electorales en los municipios pequeños? La primera respuesta es impepinable: porque hay menos gente y la que queda cada vez está más envejecida; la despoblación se está comiendo hasta el ánimo y el pesimismo se pasea por calles, bares y tiendas (allá donde las hay, que ya empiezan a ser “rara avis”). En muchos municipios ya no hay donde escoger y hay que colocar en la candidatura a quien dé un paso al frente, aunque sea un traspié.

Pero hay más causas. Ejercer un cargo público municipal parece reservado cada vez más para pensionistas y funcionarios. Encontrar a un joven que quiera ser concejal, cargo sin sueldo, con mucho trabajo y exposición pública de riesgo, porque en la tarea no vas a ganar amigos y sí a perderlos, solo se consigue a lazo, casi a traición. Está también la polarización rampante y el desprestigio de la clase política. Y la comodidad de estos tiempos, que pocos quieren comprometerse y dar la cara aún a riesgo de que te la partan. Honor, desde luego, para quien lo hace.

Por eso, por una cuestión orgánica, puramente administrativa, puede que haya que suprimir ayuntamientos (no, no se habla de mover población de un sitio a otro) porque no se va a encontrar a nadie que quiera gestionarlos.

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