Al grano

Estocada en los bajos

La eliminación del impacto ambiental llenará Zamora de macro renovables

Placas solares

Placas solares / PLACAS SOLARES DE LA EMPRESA GAMO ENERGIAS SUPLEMENTO DOMINICAL

Celedonio Pérez

Celedonio Pérez

A la chita callando, nos la han vuelto a colar. Y esta estocada es de las que duele por los bordes y en el alma. El Congreso acaba de aprobar un nuevo paquete de medidas anticrisis y entre bajadas de IVA, ayudas al transporte, trabas a los desahucios y demás, nos la han metido hasta el fondo con la ayuda del calzador de la Agenda 2030. Nos van a llenar Zamora y otros espacios de la España Jodida de macro renovables.

Desde ya los proyectos de construcción de centrales eólicas y solares con una potencia de 50 megavatios o más no necesitan declaración de impacto ambiental (DIA). El trámite, que duraba meses y meses y que daba cancha a la participación ciudadana, se lo han cargado, zas, un corte limpio y a tomar por saco. Ahora bastará con el paripé de la afección medioambiental, o sea con la presentación de documentación por parte de las empresas promotoras, que tendrá que ser revisada por la Administración en ¡diez días! Si no hay resolución en ese tiempo, pues hala, luz verde por silencio administrativo.

El Gobierno (Teresa Ribera está que no cabe en sí de gozo) está empeñado en colgarse medallas ante la Comisión Europea y ha vuelto a engañar a la oposición, que se ha abstenido en la votación referida al paquete anticrisis multifunciones por no enfadar al grueso de sus supuestos votantes, y con esta maniobra (el Gobierno, repito) da un empujón definitivo a la instalación de macro renovables, da igual en terrenos agrícolas o encima de los campanarios.

Donde se van a mantener algunas restricciones es en el espacio incluido en la Red Natura 2000 (en el caso de Zamora el 28% del territorio), pero en el resto, a degüello, como hongos, oiga. Esto es, que para excavar un pozo o ampliar una granja se necesita declaración de impacto ambiental y para llenar los campos de parques solares o eólicos, nada de nada. Vergonzoso.

Otra vez el medio rural vendido a precio de saldo. Otra vez se repite la ignominia hidroeléctrica. Ceder terrenos por un plato de lentejas; otro nuevo capítulo de la colonización energética. Zamora y las provincias de interior a generar energía que consumen las provincias mejor tratadas por el franquismo y por el régimen constitucional, las que se han llevado las inversiones estatales y los emigrantes. Allí están las fábricas, aquí las chatarras.

Es inmoral destinar suelos feraces a generar electricidad. Es antiético aprovecharse de los menos pudientes para engordar a los poderosos. Sí a favor de la instalación de centrales renovables en eriales y descampados, no a cambiar pan por grasa de motor. Basta ya de comprar voluntades y pagar con libras de chocolate del loro.

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