La Opinión de Zamora

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Al grano

Los viejos no van a la luna

Del éxito del congreso “Silver Economy” a la selección de astronautas

Archivo - Un anciano saca dinero de un cajero, en una imagen de archivo Jesús Hellín - Europa Press - Archivo

Por mucho que se afane F.J. Requejo en su intento de dar visibilidad y dignidad a los mayores y colocar a sus nietos (los de los mayores) reforzando el presupuesto de su “Silver Economy”, lo va a tener difícil porque los burócratas europeos no gustan de programas pequeñitos que obliguen a expurgar la libreta de las ayudas, o lo que es lo mismo, a trabajar más. El presidente de la Diputación tiene también en contra el reloj de su mandato provincial, con las horas contadas. Y lo que haya de venir ni Dios lo sabe. En todo caso, loable es intentar hacer de la necesidad virtud y maridar negocio y dignidad, que no son excluyentes.

El cuarto congreso internacional Silver Economy ha tenido un éxito reseñable. 1.100 congresistas y un programa de interés social que ha mezclado con justeza ponencias científicas y humanistas. El Ramos Carrión ha estado a punto de reventar de gente joven, milagro parece, con una clara mayoría de mujeres, la mejor noticia para la provincia. Pero cuesta imaginar que la locomotora pequeñita que ya está en marcha logre sortear tantos recovecos como los que van a poner los que hacen las vías. No obstante, y esa es la consigna, vamos a ser positivos.

Hay más de un 20% de la población (en esta provincia más) a los que nos están marginando desde el propio Estado

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Demos, por tanto, un margen de confianza a Requejo y apostemos por su “Silver Economy”. De la que ya no nos fiamos los mayores es de la Agencia Espacial Europea (ESA) a la que aplaudimos inicialmente por haber elegido a dos leoneses, Pablo Álvarez y Sara García, como candidatos a astronautas, pero que niega a los post-maduros la posibilidad de ir a la Luna o a Marte. Las bases de selección de astronautas están claras, la ESA solo acepta candidatos menores de 50 años. ¿Y eso por qué? Por el estado físico (¿), dicen; ¡ni que los “ultramanes” fueran “yogurines”!

Ni a la Luna ni a Marte ni a los bancos ni a las oficinas de las administraciones…, hay más de un 20% de la población (en esta provincia más) a los que nos están marginando desde el propio Estado y desde la sociedad. Nos apartan por las bravas sin esperar a que podamos ir entrando en el redil de las nuevas tecnologías o a que nos muramos, claro. Y ahora encima lo de la ESA, que a partir de los 50 en casita y si acaso salir para ver volar a los aviones. ¡Con la ilusión que nos hacía salir de este mundo tan idiota!

Que nos ninguneen las entidades privadas, allá ellas, es su problema y nosotros haremos lo que nos dé la gana, pero que lo haga el Estado tiene delito. Habrá que expurgar a fondo los programas electorales en las citas de 2023. Basta ya de que nos tomen por tontos y bajar la cabeza. Lo sé por experiencia.

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