Asaja de Castilla y León pidió ayer al consejero de Agricultura, Jesús Julio Carnero, que marque “líneas rojas” ante el Ministerio y que no ceda ante cuestiones de la nueva PAC que según la organización agraria son “fundamentales” para la comunidad.

“Castilla y León tiene que luchar por conseguir una definición de agricultor activo que permita orientar las ayudas a la agricultura profesional, pues es la que genera empleo, crea riqueza, cuida del territorio y ocupa el medio rural. La propuesta que ha hecho el Ministerio no excluye a nadie de la percepción de las ayudas, y por la vía del pago redistributivo favorece al que no es profesional, al primar más las primeras hectáreas que se declaran”, expuso Asaja en un comunicado.

Respecto a los apoyos adicionales a los jóvenes, aseguró que los comparte siempre que se trate de proyectos serios de incorporación a la profesión, y no una “mera captación temporal de fondos” para después abandonar el sector. Por esta razón, pidió que la normativa exija que los jóvenes que perciban estos fondos se comprometan a ser agricultores profesionales al menos diez años.

Asimismo, Asaja indicó que una de sus grandes preocupaciones son los compromisos medioambientales que van a exigirse tanto en la denominada “condicionalidad reforzada” como en el programa de los ecoesquemas. La organización agraria espera que se apliquen las excepciones que permiten los reglamentos, sobre todo respecto a la rotación de cultivos, y que los ecoesquemas respondan a prácticas beneficiosas para el medio ambiente, que ofrezcan una ayuda incentivadora, y que no mermen la competitividad de las explotaciones.

Por ello, pidió al consejero que en la reducción del número de regiones productivas no haya una pérdida de fondos para Castilla y León, que la convergencia interna del valor de los derechos sea gradual para reducir su impacto en determinados sectores, y que la incorporación de nuevos sectores no sea a costa de detraer ayudas a los que han venido percibiéndolas hasta ahora.