El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) ha firmado un protocolo de colaboración con sociedad Gestión de Licencias Vegetales (Geslive) para determinar el comportamiento de diferentes variedades de trigos harineros de distintas épocas, desde ecotipos (variedades utilizadas a principios del siglo XX), variedades de los años 50 y 60 del siglo XX, variedades de los años 90 y principios del siglo XXI y variedades actuales. Se trata de poder ver la evolución de la mejora genética, a nivel de rendimientos, resistencia a enfermedades, altura de plantas, encamados y ahijamiento.

El acuerdo ha permitido realizar ensayos con 22 variedades diferentes de trigo y realizar cuatro repeticiones en una finca de Valladolid de 1.200 metros cuadrados, repartida en unidades experimentales de 12 metros cuadrados cada una.

Las prácticas que se realizan en el marco del convenio incluyen labores preparatorias del terreno previas a la siembra, tratamientos fitosanitarios, siembra del ensayo, seguimiento del ensayo, realización de jornadas, cosecha del ensayo, análisis de calidad de las harinas, análisis estadístico de los resultados y publicación y difusión de los mismos.

El valor añadido de estos ensayos está en mostrar el comportamiento de variedades que casi son míticas en Castilla y León, que se han obtenido desarrollando las técnicas de mejora más modernas. Es una comparativa entre rusticidad y modernidad y tratar de ver la importancia de la mejora genética. La novedad está en que la mayoría de los ensayos se realizan para mostrar el comportamiento de las nuevas variedades que aparecen en el mercado, mientras que este trata de comparar variedades de distintas épocas, algunas muy lejanas en el tiempo.

Para el sector lo más importante es que pueda visualizar el desarrollo genético de las nuevas variedades y la importancia de la mejora genética realizada por las empresas de semillas y los centros oficiales de investigación, sin perder de vista la importancia de la biodiversidad.