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COAG Castilla y León considera que la ampliación hasta 2023 de la obligatoriedad de indicar el origen de la leche y los productos lácteos elaborados en España y que se comercializan en el territorio español, “se debe implementar con carácter definitivo y ampliarse a todos los alimentos, indicando igualmente el porcentaje por origen cuando se trate de mezclas”. “Un etiquetado claro permitirá al consumidor poder elegir libremente”, defendieron desde la organización.

La organización agraria argumenta que el consumidor “tiene el poder de transformar nuestro modelo de producción de alimentos, de preservar el empleo y la riqueza en nuestro medio rural más cercano y de cuidar el planeta” y para el que está “bien informado y concienciado, llenar la cesta de la compra implica un verdadero acto político, una herramienta de transformación de la sociedad”.

Un único intermediario

En este sentido, COAG Castilla y León razona que “con la elección de compra, se abre un mundo muy interesante al comercio de proximidad que está basado precisamente en conocer la procedencia de los productos y beneficiarse el consumidor y el entorno de sus cualidades”.

La organización agraria recuerda que siempre ha apostado por ese modelo en el que “sólo existe un único intermediario como máximo entre el productor y el consumidor; o de venta directa, operación en la que no hay intermediarios”.

COAG resume que esta fórmula “mejora la calidad del alimento, al reducir los tiempos entre la recolección y el consumo, recolección que será realizada en un momento más óptimo de madurez; supone menores gastos en transporte y disminución de emisiones de CO2; conserva y aumenta la agrobiodiversidad; implica un gran ahorro de envases y embalajes (sobre todo en frescos); refuerza las redes sociales, la promoción del voluntariado y la concienciación sobre la situación del sector; permite la puesta en marcha de otras iniciativas sociales en pro de la mejora y desarrollo de la comunidad”.