El coordinador de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) advirtió ayer de las dificultades que están teniendo los ganaderos de ovino, caprino y porcino para vender su producción ante la situación de inactividad generada en muchos sectores como consecuencia de la incidencia del COVID-19. Así se lo han hecho saber al presidente de la Junta, Fernández Mañueco.

La organización agraria estima que en los próximos dos meses en Castilla y León habrá en total 600.000 lechazos, 10.000 cabritos y 250.000 cochinillos disponibles para salir al mercado, que se encuentra prácticamente cerrado en la actualidad por estar directamente vinculado al turismo y a la restauración.

Ante esta situación, UCCL exige la puesta en marcha "urgente" de las ayudas al almacenamiento privado, siempre vinculadas al coste de producción, para garantizar que el sector agrario, que en la actualidad no pueden acogerse a ninguna ayuda puesta en marcha por el Ministerio, no tenga que vender por debajo de costes de producción y eso pueda suponer el cierre de explotaciones agrarias.

UCCL denuncia los movimientos especulativos, se empieza a congelar lechazos, cabritos y cochinillos pero a unos precios muy bajos, o sin precio, algo "totalmente inasumible" por el sector ganadero. El cierre de los restaurantes a causa de la crisis del coronavirus ha puesto en una situación "complicada" al sector del ovino que lleva cuatro años en crisis.