UPA Castilla y León ha realizado en las últimas horas varias gestiones con el Gobierno central y con la Junta de Castilla y León en defensa del sector ganadero de esta comunidad autónoma.

La organización, a nivel nacional, ha trasladado a los responsables del Ministerio de Agricultura la imperiosa necesidad de que se pongan en marcha medidas específicas de apoyo a productos ganaderos como los corderos, cabritos, cochinillos y otros, que están sufriendo las consecuencias generadas por la falta de su consumo desde hace ya tiempo, motivada por el cierre del sector hostelero a raíz del COVID-19.

Se trataría de poner en marcha una actuación excepcional en respuesta a los tiempos que estamos viviendo, y que consistiría en la retirada de animales y por lo tanto en la intervención pública de productos como son los animales más jóvenes del ovino, caprino y porcino, en unas fechas tan sensibles como las actuales con parideras generalizadas.

Además UPA requiere que "los ganaderos se puedan acoger a las ayudas estipuladas para los autónomos, puesto que ellos también van a perder una buena parte de los ingresos y por lo tanto de la facturación en los próximos meses".

Por otro lado, UPA Castilla y León ha trasladado en persona al consejero de Agricultura que la Junta de Castilla y León, dentro de su potestad normativa, flexibilice las condiciones para el cobro de la ayuda acoplada de la PAC para el sector ovino-caprino. La Ley permite por cuestiones de fuerza mayor que no sea obligatorio el umbral mínimo de producción con movimientos a mataderos o reposición a otras explotaciones de 0,6 animales por hembra elegible. UPA considera de sentido común que la imposibilidad de vender corderos y cabritos no esté doblemente penalizada, en primer lugar por no obtener un precio de venta, y en segundo lugar por no percibir el pago compensatorio.

UPA confía en la sensibilidad y buen hacer de ambas administraciones en un momento de tantas dificultades como las actuales para las explotaciones familiares agrarias de esta región.