Ya sé, ya sé que bajo mi piel debo tener un ego que se alimenta de tristeza y navega en un mar de podredumbre. Debe ser así y por eso los artículos de esta página me salen como me salen: feos, pesimistas, descangallados; pero lo siento, escribo lo que percibo a mi alrededor, entre la niebla y el frío. Y lo que veo me apena, me hace sufrir. Motivos emocionales aparte, que son tan íntimos como inconfesables (más aún en esta tribuna), tengo la sensación de que no ha empezado bien el año para Zamora.

A la noticia de que esta provincia sigue perdiendo más población (proporcionalmente, claro) que ninguna se une ahora que los empresarios de Castilla y León no ven atractivos para invertir aquí. Aún peor, que los jóvenes se marchan en bandada y que muchos comercios (sobre todo en el ámbito rural) están dando las boqueadas. ¿Alguien sabe cuándo se jodió Zamora? Vargas Llosa, que fue el primero que hizo esta pregunta sobre su país, Perú, creo que tampoco ha obtenido respuesta. Aquí también estamos esperando, una condición, la de la espera, que sí es propia de los zamoranos. ¿Cuándo se jodió Zamora? ¿Alguna vez esta provincia no estuvo jodida?

Por eso, porque nuestra condición es, seguramente, sobrevivir y hacer de la queja modo de vida, debemos llenar los huecos entre las malas noticias y las peores. El remanso de esperanza tiene una bandera, la de la agroalimentación. Esa es la que tenemos que ondear cada vez con más fuerza, contra viento y marea. Ahí está nuestro bálsamo de Fierabrás. Producimos alimentos de gran calidad porque tenemos unas materias primas inmejorables gracias a un clima extremo y sincopado.

Ahora lo que nos falta es aprender a venderlos, lo mismo que el patrimonio artístico y natural. Por eso, hay que hacer un monumento a quien sale de nuestras murallas y demuestra que aquí las cosas se hacen bien, muy bien. Lo ha vuelto a escenificar la cocinera Gloria Lucía, del restaurante El Empalme, que ha dejado boquiabiertos en Madrid Fusión a los cocineros "estrellados" con sus creaciones gastronómicas a base de setas y carne de caza. Y es que aquí se come muy bien. Que sea por muchos años.