El sector agroalimentario insiste en rechazar que se le utilice como "moneda de cambio" en las disputas comerciales internacionales y en expresar con "contundencia" su "rechazo" al anuncio de EEUU de aplicar un arancel del 25 % a numerosos alimentos exportados desde España.

Representantes de las cooperativas y organizaciones agrarias, la industria y los exportadores se reunían ayer con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, para analizar la situación. En declaraciones a los medios, el presidente de Cooperativas Agro-Alimentarias de España, Ángel Villafranca, ha reclamado el "apoyo total" del Gobierno para defender los intereses de los sectores afectados, por "problemas" que "nada tienen que ver con nosotros", y ha asegurado que espera que la Unión Europea (UE) sirva de "paraguas" bajo el que "sentirse respaldado" en estos momentos.

Por su parte, el secretario general de COAG, Miguel Blanco, ha reclamado "unidad y firmeza", y tras considerar que el primer objetivo ahora es aplazar la decisión final de EEUU para "negociar y ganar tiempo", ha apuntado que de producirse "habrá que ir a un plan B" con acciones como la intervención pública de los productos más afectados, ayudas a la promoción e intentar abrir nuevos mercados.

El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, no entiende que la Organización Mundial del Comercio (OMC) permita usar los alimentos en los "vetos o aranceles" a causa de problemas en otros sectores, por lo que ve oportuno prohibir "totalmente" que los alimentos se usen para estas "guerras".