Seguís siendo el bastión de la provincia, pero ahora más. Zamora os necesita más que nunca. Acabáis de ser elegidos o reelegidos y comenzáis un nuevo mandato municipal, el más importante del periodo democrático. Alcaldes, alcaldesas, concejales, concejalas: tenéis que ser conscientes de que de vuestro trabajo al frente de los 248 municipios zamoranos depende en buena medida el futuro de la provincia. No, no es una exageración. Las administraciones central y autonómica llevan años defraudándonos. Sus presupuestos se dispersan y apenas nos llegan migajas. Tienen tantos compromisos que siempre hemos sido los últimos. De Madrid ya estamos desencantados. Las inversiones que tenían que llegar aquí llevan años yéndose para Cataluña y el País Vasco, ¡y siguen quejándose, manda huevos¡ De Valladolid poco podemos esperar: cuatro cositas para que venga el consejero de turno a hacerse la foto y poco más. ¿Qué nos queda? Pues eso, los ayuntamientos y la Diputación, que es la madre de todos ellos y que también tiene que mejorar la gestión y pensar más en el futuro. Es seguramente la última oportunidad para evitar que la provincia se nos vaya por la gatera, al puro limbo. Los próximos cuatro años tienen que ser claves para frenar la caída en picado. Si no lo conseguimos, esto se va a convertir en una reserva, más o menos verde, para disfrute de amantes de bichos y turistas. ¡Hay que dar batalla desde los ayuntamientos! Tenéis que hablar con la gente, implicarla, convencer a los pocos jóvenes que nos quedan para que se queden en su tierra, ponerles las cosas fáciles, guiarles en las inversiones. Tenéis que desempolvar todos los proyectos sin ejecutar que se han ido acumulando en los últimos años. Hay que ser más reivindicativos, ante vuestros partidos y ante las instituciones. Hay que darle una patada al tiempo del "sí boana". Sois nuestra última esperanza. No vale con decir que no tenéis dinero, hay que sacarlo de donde sea. Nos va la vida en ello. No nos defraudéis.