El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publica hoy la Orden que regula las actuaciones del programa sanitario de maedi visna y artritis y encefalitis caprina. Es una actuación de carácter voluntario que establece el procedimiento de trabajo que deberán adoptar los titulares de explotaciones ovinas y caprinas de la Comunidad que decidan adherirse al mismo y concreta las pautas a seguir para el control de estas enfermedades y la calificación sanitaria frente a las mismas.

Castilla y León es la única Comunidad que, desde el año 2007, dispone de un programa oficial. Con la Orden publicada hoy se incorporan nuevas medidas que reforzarán la posibilidad de erradicación en aquellas explotaciones con prevalencias bajas y la reducción de la prevalencia en aquellas con prevalencias más elevadas.

Dentro de las novedades de este Programa Sanitario, se incluye el diagnóstico molecular que incorpora nuevas herramientas tecnológicas en la detección de estas enfermedades, la elección voluntaria de los ganaderos de realizar el sacrificio de los animales positivos y la percepción de indemnización si optaran por esta vía.

Estas medidas permitirán mejorar la productividad de las explotaciones y contribuirán a aumentar la exportación, ya que la venta a otros países se sustenta en las garantías sanitarias de las explotaciones de origen. En mayo de 2016 se aprobó a nivel nacional el documento oficial que indica que aquellas explotaciones de ovino y caprino productoras de leche que están sometidas a programas de control oficial de tuberculosis caprina, maedi visna y agalaxia contagiosa, no requieren certificación para que la leche de sus explotaciones sea enviada a cualquier país.

Por todo ello, la Orden que regula el programa voluntario a nivel regional "supondrá un impulso a la competitividad del sector de ovino y caprino de Castilla y León y a la posibilidad de internacionalización de sus producciones".

Estas enfermedades se caracterizan por disnea y pérdida de peso, producida por un virus capaz de ocasionar distintos síndromes, tales como neumonía intersticial, encefalitis, linfoadenopatía, artritis, mamitis o caquexia, todos ellos de carácter crónico y progresivo. Aunque no afecta al hombre, produce graves pérdidas productivas en los rebaños afectados y les supone restricciones comerciales tanto para el movimiento de animales vivos como para la exportación de productos de origen animal como leche, quesos y carne.