Zamora necesita buenas noticias para recuperar el resuello y empezar a llenar la botella de su autoestima. La de hoy es de las mejores: la cooperativa Asovino, con muchos lustros de historia a sus costillas, inaugura una sala de despiece en el polígono industrial de Coreses con una capacidad de procesado de 300.000 canales al año. Las nuevas instalaciones, en las que la entidad asociativa ha invertido un millón de euros, permitirán a Asovino posicionarse con ventaja en un mercado muy competitivo.

Otra vez los pastores, los ganaderos de ovino, dan un ejemplo a la provincia. El movimiento asociativo de este sector que hace una treintena de años puso en el mapa pecuario nacional a Zamora, está vivo y coleando. Asovino ha sabido evolucionar y pasar de la comercialización de animales a la transformación y la comercialización de canales. Ese es el camino, ampliar las posibilidades de una actividad que sitúa a la provincia a la cabeza de España.

Si Zamora tiene una marca, una bandera, esa es la del ovino. Estamos a la cabeza del país y tenemos que seguir demostrándolo. La calidad de las canales de los lechazos y de los quesos elaborados con leche de oveja está arriba del todo de la tabla de exquisiteces de España. Ese es el reto: tirar de la ganadería, de la economía, de la provincia, empujar hacia el mismo objetivo; lograr que el sector tenga el reconocimiento nacional que se merece.

Asovino ha vuelto a demostrar que es posible invertir en lo nuestro, en sacar a la luz el potencial agroalimentario.

Nunca es tarde para avanzar. Zamora está viva. El lema Zamora es agraria y agroalimentaria o no es nada, sigue valiendo. Plas, plas, un aplauso para Asovino y sus más de 320 socios. Jesús Ramos y Eduardo Marcos hoy pueden estar muy satisfechos. Abrir una nueva sala de despiece es más que una inversión, es todo un símbolo: crear empleo y futuro, todo un ejemplo.